
El ejercicio del taxi en Dénia se ha vuelto una actividad de riesgo en determinados momentos, debido al repunte de incidentes y altercados, especialmente durante las noches de los fines de semana. Según denuncian los propios profesionales del sector, la situación tiende a agravarse con la llegada del verano, lo que incrementa su inquietud ante la inminencia de la temporada alta. Por ello, exigen un refuerzo en las medidas de seguridad.
Los taxistas aseguran que las amenazas han ido en aumento, e incluso se han registrado casos de agresiones físicas. Uno de los incidentes más graves tuvo lugar tras el intento de un conductor de cobrar una deuda pendiente de 20 euros por un trayecto realizado a Ondara más de dos meses atrás. Al recordarle el impago, el cliente respondió con una amenaza directa: “Te voy a partir la cara”.
La amenaza se concretó a finales del mes pasado, cuando el cliente, acompañado por otras dos personas, agredió al taxista tras obligarlo a quitarse las gafas. A pesar de haber sido víctima de la agresión, al acudir a interponer la denuncia, el conductor fue advertido con un controvertido comentario: “Debes dejar que te peguen”. Para su sorpresa, ahora ha sido citado a declarar como presunto autor de un delito de lesiones.
Los taxistas advierten que el perfil de los usuarios conflictivos suele corresponder a jóvenes bajo los efectos del alcohol o sustancias estupefacientes, especialmente en la parada de la calle Cándida Carbonell, próxima a Marqués de Campo. Relatan que, en muchas ocasiones, los pasajeros en estado de embriaguez reaccionan con violencia cuando se les solicita esperar a que se recuperen. Si se les niega el servicio, algunos optan por lanzar vasos o piedras contra los vehículos.
Otra situación recurrente es la de clientes que se niegan a pagar al llegar a su destino. En estos casos, los conductores prefieren evitar enfrentamientos que puedan derivar en agresiones o daños materiales. En un incidente puntual, una mujer amenazó con denunciar falsamente a un taxista, alegando que su palabra sería creída por el simple hecho de ser mujer.
Estas experiencias han llevado a varios profesionales a plantearse dejar de trabajar durante las noches. En el colectivo de taxistas de Dénia trabajan actualmente cinco mujeres; una de ellas ya ha renunciado a los turnos nocturnos y el resto valora seguir el mismo camino.
Con el objetivo de frenar esta escalada de violencia, las asociaciones del sector han solicitado al Ayuntamiento la instalación de cámaras de videovigilancia en la parada de Marqués de Campo, con la esperanza de que ejerzan un efecto disuasorio. Además, pedirán apoyo directo al alcalde.
El gremio también reclama la legalización del uso de cámaras en el interior de los vehículos como medida de protección y prueba ante posibles amenazas. En ese sentido, abogan por que se reconozca su labor como un servicio público esencial, equiparable al del personal sanitario o docente, de modo que las agresiones tengan consecuencias más severas. Actualmente, Dénia cuenta con 29 licencias de taxi y, a comienzos de este año, se abrió convocatoria para seis más.
Fuente | valencianoticias.com