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La moratoria persigue un equilibrio entre los 83 coches que actualmente operan y el resto de la flota, una vez que se ha alcanzado el mínimo legal de vehículos accesibles.
El Ayuntamiento de Málaga echa el freno en la autorización de taxis de entre 7 y 9 plazas, unos monovolúmenes que empezaron a prestar servicio en Málaga hace dos años para beneficio de las personas con movilidad reducida puesto que todos están adaptados, pero también para las familias numerosas o grupos de amigos que ya no tienen que repartirse en dos vehículos. A día de hoy, son 83 los vehículos con licencia en la capital que cuentan con 7 o más plazas (incluida la del conductor). Y no serán más a pesar de que hay 41 profesionales que a lo largo del último año han solicitado autorización municipal para cambiar su turismo por una de estas ‘minivan’. El Área de Movilidad, en consonancia con las asociaciones de taxistas, ha suspendido la concesión de nuevas autorizaciones al objeto de elaborar un estudio sobre el impacto de estos vehículos en toda la flota (1.432 licencias), así como en los usuarios.
«En este momento, esta Administración municipal considera preciso que los vehículos a partir de 7 plazas no deben superar una cifra que se ha situado en 83 unidades». Así lo recoge la instrucción dictada por el Consistorio, detrás de la cual está la necesidad de buscar un equilibrio entre este tipo de vehículos y el resto. Un paso que defienden ambas partes. De un lado, los profesionales que ya ampliaron sus plazas ven con buenos ojos que no se incremente la competencia; y de otro, frenar los recelos en parte del gremio que considera que con su presencia restan una carrera a otro compañero. A esta sensación también contribuye que los monovolúmenes sigan teniendo las mismas tarifas que el resto. Tanto unos como otros han planteado la aplicación de un suplemento a partir del quinto ocupante. Se ha barajado poner un recargo de 1,75 euros siempre que sean más de cuatro viajeros, independientemente de si son cinco u ocho; o bien cobrar en torno a un euro por cada plaza añadida. Sin embargo, ninguna medida ha llegado a concretarse.
Actualmente, hay 83 vehículos de más de 7 plazas, de los que 72 son de 9. Esta cifra de 72 es inamovible, toda vez que la normativa autonómica recoge que en localidades que dispongan de transporte público urbano (los autobuses de la EMT y el metro) sólo se puede autorizar el incremento de plazas del 10% de las licencias existentes, de las que sólo la mitad podrán tener 9 asientos. Lo que sí que se puede rebasar es el tope de 83 siempre que se trate de solicitudes realizadas por titulares de licencias afectadas por la obligación de disponer de vehículo accesible con carácter permanente (actualmente son 15, de los que 5 quedan pendiente) o aquellos que lleven prestando servicio con este tipo de coches más de ocho años desde la entrada en vigor de la citada resolución, que se produjo el pasado 16 de agosto. Estos límites no afectan a los taxistas que quieran adscribir un vehículo accesible de cinco o seis plazas. En cualquier caso, el texto municipal remarca que todos los coches adaptados «estarán obligados a prestar servicio de forma prioritaria a las personas con discapacidad», aunque en caso de estar libres pueden operar como el resto de taxis y dar servicio a cualquier usuario. El incumplimiento de esta exigencia puede suponer la revocación de la autorización de la ampliación de plazas.
Diario Sur