
Pagará dos multas que suman 630 euros y otros 1.080 por desperfectos del vehículo
El Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña ha condenado con una multa de 90 euros, otra de 540 euros y el pago de una indemnización de 1.080,74 euros por desperfectos al autor de una falta de estafa, otra de maltrato y de un delito de lesiones por imprudencia grave cuando en agosto de 2013 trató de salir de un taxi sin abonar el trayecto y se enfrentó al conductor, lo que le ocasionó daños al taxista y al vehículo. El fallo del juez es firme y no admite recurso.
Por la falta de estafa el magistrado impone al condenado, un hombre con antecedentes penales «no computables a esta causa», según la sentencia, una multa que deberá pagar con cuotas diarias durante un mes. El delito de lesiones conlleva seis meses de multa con el abono diario también de tres euros. La falta de maltrato no acarrea pena y los 1.080,74 euros los tendrá que abonar por los desperfectos ocasionados al taxi que le reclama su propietario. También tendrá que pagar las costas del proceso.
Los hechos por los que se condena a este vecino se produjeron el 8 de agosto de 2013. Al llegar al destino que le había señalado al taxista al subir al vehículo, el número 210 de la Ronda de Outeiro, el hombre, sentado junto al conductor, no quiso pagar el viaje y abrió la puerta para huir. En ese momento comenzó un forcejeo entre las dos personas en el interior del coche. Tras varios empujones, el acusado consiguió escapar y el taxista quedó con medio cuerpo fuera del vehículo, sin el pie en el freno y con el motor en marcha, lo que provocó que el coche se moviese e impactase contra otro que estaba estacionado en la calle. Los desperfectos a este coche no se fijaron ya que su propietaria ha de ser indemnizada por la aseguradora.
La colisión dejó atrapado al taxista entre los dos vehículos y le causó diversos daños, entre ellos fractura de costillas, contusión pulmonar, hemotórax y luxación de un hombro. Al conductor se le tuvo que colocar material ortopédico durante tres semanas y su tiempo de curación fue de 122 días, 14 de ingreso hospitalario y 30 de impedimento de sus ocupaciones habituales, según recoge la sentencia.
La Opinión A Coruña