Las movilizaciones llevadas a cabo en toda España por el sector del taxi el 30 de mayo se saldaron con una masiva participación de profesionales y con un extraordinario impacto en la opinión pública. Los principales medios nacionales abrieron sus informativos a lo largo del día con los actos reivindicativos contra la competencia desleal que viene generado la implantación en España de plataformas como Uber y Cabify. Así mismo, algunos medios internacionales se hicieron eco también de lo que ya se califica en el gremio como una jornada sin precedentes.

Además de los paros secundados en los diferentes puntos del país, desde primera hora de la mañana saltó a los noticieros la imposibilidad de coger un taxi en Barcelona y Madrid, ciudad que se quedó sin servicio durante doce horas. Precisamente en Barajas se daban cita cientos de taxistas llegados de toda España tras viajar toda la noche en un acto de solidaridad encomiable y digno del máximo agradecimiento. Desde allí se desplazaron al centro de Madrid para participar en la manifestación que partió desde Atocha a las 12 de la mañana desde la mañana para concluir en la plaza de Neptuno dos horas y media después.

Según datos de la organización, cerca de 20.000 taxistas alzaron su voz de forma pacífica por las calles de la capital de España y dieron a conocer sus reivindicaciones, que pasan por el respecto a la proporción de una licencia VTC por cada 30 taxis, que se acabe con el trato desigual en las obligaciones fiscales, o que se sancione a los coches que circulen de manera continua en busca de clientes, entre otras reivindicaciones. Al finalizar la manifestación representantes de los taxistas se dirigieron al Congreso de los Diputados para hacer llegar a los grupos políticos sus peticiones.

El balance de la jornada es el de una auténtica demostración de fuerza y unión que ha servido para demostrar que el sector, que sustenta a 100.000 familias, no está dispuesto a bajar los brazos. De hecho son muchas las voces que dan por hecho que las protestas se volverán a repetir en pocas semanas si la situación no se soluciona. De hecho, para el 29 de junio se prevén ya movilizaciones a nivel nacional, sin descartar la posibilidad de una huelga indefinida a partir del 31 de julio.