Dos hombres que se presentaron como clientes atracan a un taxista en Málaga

«Me pusieron una pistola en la cabeza y un cuchillo para robarme lo que llevaba en el taxi»

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Lo pararon a la altura de la Tribuna de los Pobres. «¿Nos lleva usted a Ciudad Jardín?». José los subió a su taxi sin sospechar lo más mínimo. «No les vi mal aspecto. Eran dos jóvenes de entre 28 y 32 años, españoles, de acento malagueño», describe el conductor, que tiene claro que «no iban de marcha». «Buscaban lo que buscaban», reflexiona, solo unas horas después de que lo atracaran, y aún convaleciente del corte que le causaron en la mano izquierda. La lesión es leve; lo peor fue el susto: «Me pusieron una pistola en la cabeza y un cuchillo en el cuello para robarme».

La carrera comenzó sobre las tres y media de la madrugada del domingo al lunes. El viaje transcurrió con normalidad. «Ellos se sentaron en asiento de atrás y se pusieron a hablar de sus cosas, así que yo puse la radio y me dediqué a hacer mi trabajo. No presté atención a lo que decían. De vez en cuando levantaban un poco la voz. Les escuché decir ‘ayer fui a tomar una copa’ o algo así, nada relevante», relata la víctima, que ha denunciado los hechos en comisaría, lo que ha derivado en una investigación de la Policía Nacional para tratar de identificar y detener a los autores.

El chófer, de 58 años, los treinta últimos al volante de un taxi, llevó a los (supuestos) clientes hasta unos bloques situados en la avenida Jacinto Benavente. «No intuí nada, la verdad. Me dieron un billete de 20 euros para que cobrara la carrera (calcula que fue de unos nueve euros) y yo empecé a buscar mi cartera en la guantera para devolverles el cambio». José apenas tuvo tiempo de reaccionar. «Cuando la cogí para buscar la vuelta, el que estaba justo detrás me agarró del pelo con una mano y con la otra me puso un cuchillo en el cuello, mientras que el otro individuo me colocó un cuchillo en la barriga y dijo: ‘Dame el dinero o te apuñalo’».

Paralizado

El taxista se quedó paralizado y se limitó a decirles: «No me hagáis daño, llevaos todo lo que queráis». Según recuerda, no eran dos navajas pequeñas, sino «dos cuchillos que tenían al menos 30 centímetros de hoja». José asegura que, antes de que pudiera darles el dinero, el individuo que estaba sentado detrás del asiento del copiloto se bajó del coche, se guardó el arma blanca en la chaqueta, sacó una pistola y se la puso en la frente. «O me das todo lo que tengas o te pego un tiro», le advirtió. Él, dice, insistió en que cogieran todo lo que había en el taxi.

Los delincuentes se llevaron la cartera, que contenía unos 300 euros y toda su documentación, el monedero que utiliza para el cambio, con unos 20 más, y el juego de llaves del coche, en el que iban también las de su casa. Pese a que el móvil estaba sobre el salpicadero, completamente accesible, no se lo llevaron, «supongo que porque pensarían que tenía la función de localización», opina la víctima. Cuando los individuos se alejaron con el botín, José se dio cuenta de que tenía la camisa empapada de sangre. «Me había hecho un corte en la mano izquierda. No sé ni cómo fue, porque yo no llegué a forcejear con ellos. Imagino que me lo hice al intentar apartar el cuchillo del cuello, que me estaba oprimiendo». Una vez que los atracadores se dieron a la fuga, el taxista pudo llamar desde su teléfono a la sala del 092 de la Policía Local, que envió una patrulla al lugar. A partir de ahí, la Policía Nacional se hizo cargo del caso.

A principios de 2016, los investigadores de la comisaría del distrito Norte de la capital investigaron varios robos con violencia a taxistas por parte de jóvenes que también se presentaron como clientes y que tenían como destino la misma zona de la capital. El modus operandi era similar (atracaban a los conductores al finalizar la carrera), aunque al parecer la edad de los autores era inferior. Las víctimas hablaban incluso de adolescentes.

Diario Sur

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