El alcalde de Barcelona antepone la conexión directa de los taxistas con la policía a la instalación de cámaras
— 15 febrero, 2024El ejecutivo del PSC cree que la videovigilancia que grupos de taxistas piden «no es buena solución ni la más eficaz» ante robos y agresiones
El gobierno del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, antepone que se modernicen los dispositivos que aseguran una conexión directa de los taxis con la policía en caso de un robo o una agresión en el interior de los vehículos a la instalación de cámaras en los habitáculos. El teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, lo ha expresado en la comisión municipal de presidencia, donde se han debatido sendas propuestas de Junts y Vox a raíz del reciente suceso en que un pasajero se masturbó dentro del taxi conducido por una mujer. El desagradable hecho redobló la petición de la asociación Elite Taxi para que se autorice la videovigilancia a los profesionales.
Batlle ha opinado que poner cámaras en los vehículos “no es una buena solución ni la más eficaz para garantizar la seguridad de los taxistas”. No obstante, el concejal dejó abierta la puerta en 2021 a colocarlas y se declaró entonces al lado de la reivindicación del sector.
Batlle advierte ahora que los visores podrían conllevar efectos contraproducentes para el taxi. Ha alertado de una posible pérdida de pasajeros, incómodos por sentirse observados o por no tener la certeza de qué uso se hará de la grabación. Ha augurado que podría darse el caso de que un cliente se negara a subirse a un taxi equipado con videovigilancia.
“Pero lo más importante es que la instalación de cámaras no resuelve la respuesta rápida a una situación de inseguridad, como ocurre con la conexión directa que pedimos con el 112”, ha recalcado el teniente. La ha considerado “la mejor herramienta para garantizar la seguridad en el taxi”.
Fallos en los dispositivos
Elite Taxi ha criticado que los dispositivos que enlazan a los conductores con el teléfono de emergencias están anticuados y, en ocasiones, han fallado. “Queremos actualizarlos ya”, ha manifestado Batlle. Ha explicado que se analizarán “soluciones con las empresas que tienen relación con el 112 para ver cuál es el mejor aparato” para no dejar a los taxistas desamparados. También se ha comprometido a que se peguen señales en los taxis para dejar claro que están en permanente contacto con la policía y tratar así de disuadir delitos.
Junts ha logrado que su proposición se haya aprobado tras pactar unos retoques con el PSC. El texto plantea que se cree “un espacio de encuentro y trabajo permanente” en la mesa de seguridad del taxi, con la presencia de los cuerpos policiales y los colectivos de taxistas, para “analizar cuáles son las medidas posibles para garantizar la seguridad” de los profesionales, “especialmente durante la noche”. También reclama un “protocolo de actuación ante casos de agresiones machistas”, así como difundir “campañas de civismo” y para denunciar delitos cometidos contra los taxistas.
Jordi Martí (Junts) ha lamentado la falta de «respuestas rápidas». Ha recordado que «en noviembre de 2021 ya se estaban abordando estos mismos problemas», sin que el malestar entre los conductores haya remitido todavía.
La propuesta de los posconvergentes ha contado con el voto favorable de todos los partidos, excepto Vox, que se ha opuesto al juzgar que pecaba de “exceso de burocracia”. La extrema derecha -cuyas propuestas decaen por el cordón sanitario que el resto de fuerzas le tienden, excepto el PP– se ha quedado solo con el apoyo de los populares al pedir que se permita videovigilancia en los taxis.
Batlle ha recordado que el reglamento del Instituto Municipal del Taxi (IMET) prohíbe colocar cámaras por ahora. En caso de que la norma se modificara para atender los ruegos del sector, el edil ha subrayado que se debería tener en cuenta que la Agencia Española de Protección de Datos restringe la videovigilancia en vehículos de transporte público. “Si se autorizara, se debería garantizar el derecho a la privacidad y la protección de los ciudadanos y los taxistas”, ha esgrimido.