El Ayuntamiento de Madrid estudia ampliar la jornada de los taxistas el fin de semana y eliminar el día fijo de libranza

El equipo de José Luis Martínez Almeida está trabajando en una nueva ordenanza para el sector

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El Ayuntamiento de Madrid está trabajando en una nueva ordenanza para dotar al taxi de las herramientas necesarias para competir de igual a igual con las VTC en un momento en el que la flota se ha casi cuadruplicado en poco más de un año y las aplicaciones se están comiendo el negocio tradicional del gremio.

El equipo de José Luis Martínez Almeida se ha reunido en un par de ocasiones con representantes del sector del taxi para establecer las líneas maestras sobre las que pivotará la nueva regulación que, entre otras cosas, busca adaptar los cambios introducidos por la Comunidad de Madrid en el reglamento del taxi, como el precio cerrado o los trayectos compartidos. Aunque la asociación Taxi Proyect 2.0, liderada por Alberto Álvarez, recurrió el reglamento, este sigue vigente.

Entre las propuestas que se están estudiando destaca la flexibilización del horario del taxi, principalmente los fines de semana, que es cuando la mitad de la flota tiene que parar y la ratio entre los vehículos del gremio y las VTC se reduce a uno (ahora hay 1,9 taxis por cada vehículo de Uber y Cabify) ya que estas pueden operar sin limitaciones. Así, el plan es ampliar los horarios del taxi el fin de semana y que haya más unidades operando me-diante el adelanto de los refuerzos. Es decir, que un taxi que libra -ahora tiene que empezar a trabajar el domingo a las 20.00 o a las 22.00 horas- pueda salir a las 14.00 horas. A su vez, la idea es que se reduzca el número de coches que se tienen que quedar parados hasta un mínimo del 25% del total (actualmente es el 50%).

En cuanto a la operativa semanal, se trabaja en eliminar el día fijo de libranza y cambiarlo por un sistema de rotación de descansos para que los taxistas no se vean perjudicados ya que unos días son más productivos que otros y que incluso puedan llegar a juntar descansos. En este punto, el TSJ de Madrid declaró ilegal en 2017 obligar a los taxistas a librar por sistema un día determinado. Una sentencia que el Consistorio de Manuel Carmena recurrió y que se pretende dejar en vía muerta mediante la introducción del criterio del juez en la ordenanza.

Otra vía en la que se está trabajando para flexibilizar la operativa de los taxis es en dar vía libre al concejal de movilidad para que decrete de un día para otro libertad de horarios y de trabajo (que puedan salir todos los taxis hasta 22 horas) en los días de pico de actividad, como durante la celebración de ferias o festivales. Momentos de alta de demanda en los que es imposible encontrar un taxi y que los vehículos de Uber y Cabify aprovechan para disparar los precios.

Más allá de ampliar los horarios del taxi, el ayuntamiento y una parte del gremio (existe cierta división en cuanto a liberalización del sector) están trabajando en un sistema de fijación de precios que les permita competir con la tarifa dinámica de Uber en momento de baja demanda y en la eliminación de ciertas limitaciones. Por ejemplo, en el documento de trabajo se contempla que se supriman restricciones y se dé más libertad a los vehículos afectados por licencia de taxi para poner publicidad exterior. Ahora solo se puede poner anuncios en la puerta trasera, por lo que a veces solo cobran 50 euros, y lo que se pide es que se amplíe la superficie a las aletas traseras. La condición es que se reconozca que es un taxi.

El apartado de los precios es el más importante. No en vano la aplicación Free Now para taxistas ya ofrece un precio cerrado para plantar cara a Uber y Cabify y se compromete a asumir la diferencia si el taxímetro fija un precio mayor. El objetivo es que todos los taxis puedan ofrecer una tarifa cerrada cuando se les contrata por un medio telemático y que se establezca un algoritmo para establecer una tarifa máxima del trayecto y que, con ella como referencia, el taxista pueda ofrecer precios más altos o más bajos en función de la demanda. Se pone un tope para proteger al cliente.

Los planes de Ayuntamiento de Madrid de suavizar la regulación del gremio están en línea con las demandas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. El organismo que preside Jose María Marín Quemada aboga por homogeneizar las regulaciones de las VTC y el taxi liberalizando a este último y no restringiendo la actividad del primero, como quería el antiguo consistorio. «La ordenanza (del ayuntamiento de Carmena) supone extender a las VTC las restricciones del taxi y para ambos operadores, estas limitaciones a la libertad de empresa y a la potestad de autoorganización implican una restricción de la oferta y, por lo tanto, una menor competencia y aumento de los precios que soportarán los usuarios. No se ha demostrado que esta medida sea necesaria para luchar contra la contaminación y el tráfico», explica el organismo.

El Economista

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