El Ayuntamiento de Málaga levanta el descanso obligatorio a los taxistas también en octubre

Los propietarios de licencia defienden que no hacen falta más, que es algo puntual, pero sus trabajadores dicen que «están matando el sector»

taxi málaga

Es habitual que en verano, debido a la alta demanda, el Ayuntamiento de Málaga levante, a petición de los propios taxistas autónomos, aquellos que disponen de una licencia, el descanso obligatorio. Esto permite que los coches estén hasta las 24 horas en la calle con turnos entre los propios autónomos y sus asalariados y sin que tengan que dejar el coche en el garaje ningún día de la semana. No es tan normal que esto ocurra, como ha pasado este año, en octubre.

Que el Ayuntamiento; tras una petición de Aumat, Élite Taxi y Amata (principales asociaciones de taxistas); se haya visto obligado a levantar el pasado día 8 de este mes también el descanso del servicio público es, qué duda cabe, un síntoma de agotamiento del sector. Un síntoma que parecen evitar los propietarios de licencias, pero que los asalariados abanderan en medio de un debate sobre si en la Casona del Parque deben expedir más permisos o no para cubrir la demanda.

«El trabajo no ha bajado lo que tenía que bajar, como normalmente baja en octubre», afirma Guillermo Díaz, representante de Taxi Élite, pero, señala otros dos motivos como causantes de la merma en la calidad del servicio que se oferta desde el taxi. Por un lado, «tenemos 26 coches reforzando en el aeropuerto, que es normal que al otro día descansen. Son 52 coches menos en la ciudad«. Por otro, las obras, «en el centro y en el este hacen que un servicio que se podría cubrir en 5 o 6 minutos tarde 15 o 20, es un problema».

Pero no sólo eso, sino que muestra una tercera clave: la falta de asalariados para cubrir los servicios, «de los 900 que había en 2019, antes de pandemia, ahora hay 200«. Esto suele implica que haya menos vehículos en las calles, a todas luces, por mucho que se levante el descanso a los mismos.

Los asalariados, por su parte, explica Silvia Márquez, defienden que lo que hace falta no es levantar el descanso, sino que se pongan en vigor más licencias y que el hecho de que haya que permitir a los coches circular las 24 horas del día y los siete días de la semana ya en octubre no es más que una prueba de que realmente son necesarios.

Miguel Ángel Martín, presidente de Aumat, la Asociación de Autónomos más cuantiosa de la provincia niega la mayor y pone como ejemplo a Sevilla, donde, con motivo de la Expo del 92, se expidieron licencias por encima de las necesidades de la ciudad, que ha tenido que estar dando de baja permisos por este motivo para adecuar la demanda al número de coches.

Además, asegura que levantar el descanso no sólo se debe a que no ha bajado tanto el trabajo como esperaban este mes de octubre, sino a distintos eventos que se esperan en la ciudad y aledañas, como cruceros, congresos y «un triatlón que viene a Torremolinos en el que se esperan 6.000 personas, hemos tenido que adaptar la demanda a eso».

En la capital hispalense, a día de hoy, hay 1.920 licencias. En Málaga, 1.446 actualmente, a las que se podrían sumar 80 que deben incorporarse, a razón de 20 por años, durante los próximos cuatro, de cumplirse el compromiso que adquirió el equipo de Gobierno en Pleno municipal. En Sevilla la población es de más de 680.000 habitantes. En Málaga no se alcanzan, de momento los 600.000. Sin embargo, en Sevilla también hay problemas a la hora de encontrar taxi por las noches y los fines de semana por la falta de asalariados.

Martín niega que Málaga tenga el mismo problema, «creo que en verano hemos dado un buen servicio, incluso en la Feria, es verdad que en momentos de gran afluencia, en aeropuerto o estación de tren, hay que esperar unos minutos en la parada, pero como pasa en todos los negocios», afirma el representante de la principal patronal. «Con el taxi que hay actualmente se da un servicio de calidad y se absorbe la demanda», resume.

Sobre la necesidad de más licencias, el representante de Taxi Élite afirma que hace falta «un estudio real de la demanda a día de hoy, después de la entrada de las VTC en la movilidad y con los patinetes eléctricos que también cambian la movilidad», pero también quita peso al posible problema, «en noviembre ya verás como las paradas vuelven a estar llenas«. De momento, los hoteleros ya hablan de alargar la temporada alta hasta noviembre gracias a una bajada de precios, menor saturación y un clima suave como especiales atractivos de una ciudad que, además, cada vez apuesta más por el turismo de congresos –con sus picos de noviembre a mayo– que termine, aunque no por sí solo, con la estacionalidad de las visitas.

Márquez, sin embargo, señala que «levantar el descanso quita el derecho al trabajador, al asalariado a descansar» y que en estos momentos la necesidad de expedir licencias es máxima, «no se está dando un buen servicio y las paradas están vacías, estamos perdiendo clientes que se van a la competencia porque la gente tiene que esperar 15 minutos estando en una parada», reclama, «están matando al sector del taxi«.

Aunque Márquez está de acuerdo en hacer un estudio –el Ayuntamiento aprobó que la UMA se hiciera cargo del mismo– que determine cuál es la necesidad real de la ciudad, afirma que no serían menos de 160 licencias ahora mismo. Todas ellas, además, deberían ser para personas con movilidad reducida (PMR), uno de los grandes problemas que sí parece que enfrenta la ciudad.

El Ayuntamiento se ha mostrado favorable en distintas ocasiones a que todas las licencias que se creen sean PMR. En estos momentos, son menos de un centenar, de las que 71 son para furgonetas con nueve plazas y el resto del tipo 5+1. Díaz opina que el Ayuntamiento, para solucionar el problema de las PMR debería dar más licencias de furgón y no de cinco plazas.

Lo que describe es algo así como la pescadilla que se muerde la cola: «Cuando hay grupos grandes piden un coche con más plazas y lo ocupan, entonces no hay furgonetas disponibles, y llega un cliente de PMR y tiene que esperar, pero es que también hay más grupos pidiendo más plazas y, a veces, tienen que coger dos taxis. Si hubiese más nueve plazas todo se solucionaría».

Lo cierto es que en el centro del debate quizá habría que situar las licencias y su precio de compra en el mercado. Si en Sevilla sobran 180 licencias «que nadie compra», porque «no todo el mundo tiene 100.000 euros»; en Málaga distintas fuentes consultadas indican lo contrario. Si los asalariados aprietan para que se hagan más licencias es porque el precio de una, con coche incluido, ronda los 200.000 euros en la capital de la Costa del Sol.

Atendiendo a la ley de la oferta y la demanda, en caso de que el Ayuntamiento expidiese nuevos permisos, este precio sólo podría hacer bajar de mantenerse, como parece a cuenta de que el número de asalariados ha bajado en dos tercios desde la pandemia, la demanda.

A todo esto, y mientras llega un estudio de la UMA que determine si realmente hacen falta más taxis o no, lo cierto es que este octubre, debido a la alta demanda, el Ayuntamiento ha tenido que levantar el descanso. A la espera de que llegue noviembre, más congresos, más cruceros, el Black Friday y tras él la Navidad.

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