El sector del taxi denuncia la falta de candidatos para trabajar como taxista en Madrid

El sector se lo dice a todo el que quiere escucharle: cuesta mucho incorporar taxistas en la capital

Madrid no encuentra taxistas. La queja se escucha de boca de los propios conductores durante los viajes. Y se repite conforme se va preguntando entre otros profesionales y los representantes de las distintas asociaciones. Cifran en alrededor de 2.000 los propietarios que están ahora mismo buscando contratar a alguien con el que tener sus vehículos más horas circulando. Da igual, nos dicen, los anuncios que se pongan. Los candidatos no aparecen.

La gremial tenía en su punto de mira el examen que realiza el Ayuntamiento para conceder el permiso municipal que permite conducir un taxi. 63 preguntas tipo test a responder en una hora: 25 sobre Lengua Castellana, 3 sobre planos, 6 sobre itinerarios, 6 sobre centros de interés –de grandes recintos deportivos a ministerios, los profesionales apuntan a que un buen taxista en Madrid debe saber también cuáles son los restaurantes y discotecas de moda-, 8 sobre marco jurídico y 15 sobre aspectos tarifarios. Para aprobarlo en su conjunto se debe aprobar por separado cada uno de los módulos.

El Ayuntamiento ha tenido en cuenta algunas de las quejas del sector, fundamentadas precisamente en esa falta de conductores. De este modo, los errores han dejado de penalizar con la resta de un acierto. En el área de Medio Ambiente y Movilidad del consistorio creen que la penalización tiene sentido cuando hay muchos más aspirantes que plazas ofertadas. Si en algún momento se viviera esa situación, no descartan volver a ese sistema.

La exigencia con los itinerarios es otra queja. Se usaba el sistema de planos ciegos, similar a los mapas mudos de los exámenes de Geografía en los colegios. Las asociaciones lo consideraban obsoleto, y lucharon porque esta parte pesara menos. Piensan que en tiempos del GPS ha dejado de ser un conocimiento tan útil como en los taxis de hace 35 o 40 años. El consistorio ha transigido con que ese módulo se pueda aprobar con dos aciertos sobre seis en vez de con tres.

En Movilidad y Medio Ambiente sostienen que hay que “mantener un nivel mínimo de conocimiento de la ciudad y de los itinerarios para llegar a determinados puntos” pero conceden esa adaptación a los tiempos del navegador buscando “equilibrar el conocimiento de la ciudad y las posibilidades actuales de utilización de medios tecnológicos”. Según los datos que maneja la gremial madrileña, estos cambios han elevado exponencialmente el porcentaje de aprobados a la primera del 15 al 50%.

¿Por qué no hay conductores?

Exámenes al margen, resulta extraño, visto desde fuera, que la profesión no resulte atractiva a los que buscan incorporarse al mercado de trabajo habida cuenta de las elevadas cifras del paro juvenil. A Alberto Andrés de la Fuente, presidente de la Asociación Gremial de Auto Taxi de Madrid, le parece “escandaloso”. Él empezó en la profesión con 24 años. De modo que ya lleva 30 años ejerciéndola. “Parece poco atractiva, pero quien accede a ella se queda”. Hoy día, el salario mensual más pequeño que puede percibir un conductor que trabaje por cuenta ajena es de 1.200 euros. Puede verse incrementado entre un 50 y un 60% en función de factores como las nocturnidades o los festivos trabajados. De la Fuente admite que es un oficio duro, que implica trabajar un 25 de diciembre, entre otros días rojos del calendario.

Además de la rentabilidad que pueda ofrecer un taxi en esa clase de fecha, “está la vocación de servicio a los clientes”. En ese punto, recalca los beneficios económicos del horario nocturno, por ejemplo. Incluso el “call center” de RadioTaxi, cuyas funciones no se realizan en la calle, ha tenido que ser trasladado fuera de la Comunidad de Madrid –a Don Benito (Badajoz)– por falta de trabajadores.

Hablar del taxi en los últimos años es hacerlo también de su rivalidad con la competencia surgida con los servicios VTC. José Manuel trabaja como taxista dando servicio en dos localidades de la Comunidad de Madrid. Sí ve en la, a su juicio, nula exigencia para trabajar en estas empresas un obstáculo para que se incorporen nuevos profesionales al gremio. Alberto Andrés de la Fuente no lo cree así, en cambio. “Los salarios son peores, la forma de trabajar también”, sostiene. De ahí que vea que la rotación entre sus conductores sea mucho mayor. Las plataformas les impiden alcanzar la rentabilidad. “De diez euros se pueden quedar cinco a lo que hay que quitar los gastos”.

Hace pocos días fue contratado un conductor de 72 años

No se mira la edad

En este estado de necesidad, todos son bienvenidos. Especialmente las mujeres, dicen desde las asociaciones. No se mira la edad. Hace pocos días fue contratado un conductor de 72 años. ¿Qué perfiles presentan los escasos aspirantes con los que cuenta hoy día el taxi madrileño? Muy variopinto: de veinteañeros con el indispensable primer año de carnet cumplido a profesionales de más de 45 años que, en ámbitos como la banca, han sufrido un ERE. De la Fuente habla de un “sector refugio”. Las mujeres suelen recalar en él desde otras profesiones después de haber tenido hijos que ya se han hecho mayores. El taxi les permite, nos dice, desarrollar alrededor de quince años de vida laboral “en los que son felices ejerciendo la profesión de taxista”.

Tasas de paro juvenil cercanas al 30% tanto en el conjunto de España como en la Comunidad de Madrid. Sectores profesionales en crisis que obligan a trabajadores ya a experimentados a reciclarse. Piénsenlo la próxima vez que vean pasar la luz verde. Madrid necesita taxistas.

El Confidencial

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