El taxi londinense eléctrico llegará a Barcelona en el 2018
— 15 junio, 2016La empresa inglesa The London Taxi Company (LTC) quiere comercializar en Barcelona a principios del 2018 un nuevo modelo de taxieléctrico inspirado en el tradicional londinense de seis plazas para viajeros en la parte de atrás. Se trata de una empresa que asegura tener más de 70 años de experiencia. Sus directivos presentaron ayer su último prototipo, un coche de líneas clásicas que, subrayaron, ayudará a aclarar la atmósfera de nuestras contaminadas ciudades. Además, estará disponible en 17 colores, incluidos el amarillo y el negro. También tiene rampa de acceso y un lugar especial para que las personas en silla de ruedas viajen con comodidad. Resulta muy estiloso y apañado.
El problema es que a los taxistas barceloneses no les hacen gracia ni los taxis londinenses ni los coches eléctricos. No es la primera vez que el automóvil inglés trata de desembarcar en Barcelona. Lo intentó a principios de los 90 la empresa que a la postre se convirtió en la mismísima LTC. Entonces una decena de estos coches se pusieron a circular por la ciudad. Pero la experiencia no cuajó porque los taxistas no encontraban con facilidad ni piezas de recambio ni atención mecánica. Además aquellos coches eran muy caros. En el Institut Metropolità del Taxi explican que aún queda uno dando vueltas, uno cuyo volante pasó por varias manos a lo largo de estos años. LTC dice ahora que esto no se repetirá, que sus precios serán competitivos, que pondrán en marcha un servicio de asistencia completo. Los directivos, no obstante, pidieron a las administraciones que espabilen, que implanten cuanto antes una buena red de puntos de recarga rápida para profesionales.
“Los taxis eléctricos son hoy día inviables en Barcelona –tercia Alberto Álvarez, portavoz de Élite, la principal asociación de taxistas del área metropolitana–. Ni tienen autonomía ni suficientes puntos de recarga. Una marca los pone en leasing por apenas 500 euros y la gente no se interesa. Faltan puntos de recarga hasta en el aeropuerto”. En Londres se cuentan por miles, y en Barcelona el número de puntos de recarga es de 360, y de ellos sólo 16 son para profesionales. Por ello, apenas se cuentan una veintena de taxis eléctricos en el área metropolitana. Y la mayor parte de quienes los conducen se arrepienten de ello. Porque si uno está en la parrilla del aeropuerto y el cliente le pide que le lleve a Molins de Rei prefiere cambiar la carrera con otro taxista porque le da miedo no tener suficiente energía para regresar, que no encuentre donde repostar. Los híbridos que funcionan con electricidad y gasolina tienen más aceptación. Ya suman más de 3.000