
Ya es oficial: desde este miércoles, una nueva empresa de VTC empezará a operar en las calles de Zaragoza. El conflicto con el sector del taxi se intensifica, y con la llegada de Bolt, sumada a la presencia de Cabify y Uber, los taxistas se enfrentan a tres frentes abiertos. Cuatro, si se consideran las divisiones internas que han surgido desde que estas plataformas comenzaron a circular por la ciudad.
El presidente de la asociación provincial de taxis, Miguel Ángel Perdiguero, ha informado a este medio que tres taxistas han sido apartados de la cooperativa de Zaragoza por trabajar con Uber y Cabify. «Los descubrimos y los expulsamos porque estas compañías vulneran los derechos de los conductores y operan fuera de la legalidad en la ciudad», ha denunciado Perdiguero.
Deserción
Una deserción que se produce debido a las propuestas que estas empresas ofrecen a los trabajadores. Por ejemplo, cuando Uber llegó a la capital aragonesa, ofrecía incentivos de 150 euros por los primeros 25 viajes a los taxistas que se registraran en la plataforma, además de otros 150 euros si lograban alcanzar los 40 viajes semanales.
Sin embargo, «por cada trayecto te informan que te descontarán un 12% por cada servicio», explica Perdiguero. Y, en parte, esa es una de las razones por las que los taxistas han levantado la voz y han comenzado con las protestas este martes en la ciudad: «Son condiciones de trabajo insostenibles y nosotros somos autónomos, hay que hacerles frente», añadió.
Sin embargo, también existen aquellos que migran desde estas plataformas a los taxis tradicionales. Según el presidente de la asociación, «ya hay cinco compañeros con licencia y tres más que están tomando cursos de formación».
59 licencias
Es en este contexto donde surge otra de las demandas del sector: la escasez de permisos para operar en la ciudad. Tal como señala Perdiguero, en Zaragoza solo pueden circular aquellos que cuenten con una licencia municipal, «que son un máximo de 59». Un detalle que él mismo expuso en una reunión con la nueva empresa, con quienes se reunió a principios de esta semana.
Actualmente en Aragón existen 259 licencias de VTC para realizar servicios interurbanos. De estas, 59 cuentan con licencia urbana para operar en las calles de Zaragoza, y la mitad serían las llamadas «tradicionales», como limusinas o coches de alta gama, que no representan competencia directa para los taxistas. El resto, según los taxistas, son los que operan sin control.
Además de esto, otra de las causas por las que se resisten a la llegada de estas compañías es por la degradación de las condiciones laborales de los conductores, quienes se enfrentan a condiciones abusivas, tarifas imposibles de mantener y la ausencia de derechos laborales garantizados. De igual manera, los taxistas exigen una mayor vigilancia por parte de las autoridades, a quienes piden que tomen acciones inmediatas para detener esta situación antes de que sea irreversible.
Fuente | elespanol.com