La bandera de los taxis de Vigo ayuda a acabar con el intrusismo en el sector

La mayor visibilidad de los vehículos de la ciudad ayuda a clientes y policía a detectar mejor a los infractores

Algunos taxistas de Vigo hablan de que el intrusismo en el sector se ha reducido más de la mitad y Manuel Chorén, presidente de la cooperativa y de los autopatronos del taxi de la ciudad, cree que es difícil calcular porque tiende a desaparecer. Lo achaca, sobre todo, a la colocación de la bandera de Vigo en el capó de los vehículos, por la visibilidad que tiene, tanto para los usuarios como para la policía.

«Mejoró mucho. Ahora la gente identifica enseguida los taxis. Ven la bandera de lejos y levantan la mano para pararte. A mí me pasó un día por Samil que iba un taxi sin bandera y no le pararon y me levantaron la mano a mí. La Policía Local controla también mucho mejor los coches de fuera y les pide la hoja de ruta», comenta Manuel Chorén.

Los profesionales vigueses detectan que los intrusos ya no se sitúan en las puertas de los hoteles como antes y en otros espacios en los que tradicionalmente se establecían, como el aeropuerto, donde «ha mejorado mucho la situación».

«No se atreven tanto a venir de fuera porque les detectamos enseguida. Hace unos días le llamé la atención a uno y avisé a la Policía Local. Se va a seguir trabajando en esa línea, no solo a nivel del Ayuntamiento, sino también de la Dirección Xeral de Transportes, de la Xunta, donde nos han dicho que cuando sepamos donde hay casos de intrusismo nos envían un inspector para que solicite la hoja de ruta y, si procede, se abra un expediente sancionador», añade Chorén, quien recuerda que las multas pueden oscilar entre los 600 y 6.000 euros aproximadamente.

La colocación de las matrículas azules en la parte posterior de los vehículos también puede haber influido para ahuyentar el intrusismo, pero en este caso no el procedente de los taxistas de otros municipios, sino el de los conductores piratas. En la actualidad, en torno a la mitad de los taxis de Vigo las han colocado.

En este momento los taxistas están a la espera de poder poner en marcha la tarjeta Pass Vigo en sus vehículos para que los usuarios puedan pagar la carrera con ella, igual que lo hacen en el autobús urbano. «La terminal cuesta dinero, pero hay fondos europeos que pueden encajar en este fin. Estamos pendientes de esto para poner en marcha otra serie de medidas como el taxi compartido a algunos destinos», indica al representante de la cooperativa y autopatronos.

El uso del coche compartido sube un 17 % en la ciudad, aunque menos que en Pontevedra

Los vigueses se apuntan cada vez mas al uso del coche compartido, como demuestra que la pasada Semana Santa utilizaran el servicio de Blablacar un 17 % más que en la del año anterior. Pero no solo crece en la ciudad, sino también en municipios de su área. Es el caso de Tui, donde subió incluso un punto más que en Vigo, en concreto un 18 %, el mismo porcentaje que la media gallega, mientras que Mos y O Rosal duplicaron las cifras del año pasado.

Sin embargo, los datos aún están lejos de los de otras localidades turísticas de la provincia, como Sanxenxo o Vilagarcía de Arousa, donde el aumento fue de un 79 y un 53 % respectivamente. Incluso en Pontevedra se incrementó más del 26 %.

De momento los taxistas de Vigo no se sienten amenazados por esta opción, de la que, dicen, «afecta más a los autobuses de larga distancia que a nosotros porque la gente lo usa más para recorridos largos. Puede haber casos, por ejemplo, que utilicen el taxi para ir a un punto donde han quedado con el conductor del coche compartido», indica el representante de los taxistas.

Los traslados más frecuentes desde Vigo tienen lugar a Santiago, Ferrol y Ribadeo, mientras que desde O Porriño han salido viajes para distintos puntos de la geografía española, como Toledo, Ourense, Lugo y a localidades portuguesas como Oporto y Lisboa. Desde Tui se ha compartido coche hasta A Guarda, Ourense, Braga y Arteixo. También se han constatado desplazamiento desde Tomiño, Gondomar, Salvaterra, Mos y O Rosal.

Aunque la mayoría de trayectos se siguen realizando entre capitales de provincia, el mayor crecimiento se ha producido entre localidades que no son capitales. En Galicia destaca un aumento significativo en municipios como Barreiros (75%), Burela (48 %) y Ribadeo (41 %), todos ellos por encima de la media nacional.

La Voz de Galicia 

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