Fedetaxi, la organización representativa de los taxistas de España, con más de 40.000 taxistas asociados, se reunirá este lunes en la sede de la Asociación de Trabajadores Autónomos de España (ATA) junto al resto de asociaciones nacionales de taxistas para seguir analizando propuestas encaminadas a mejorar la situación por la que atraviesa el servicio público de taxi.

Durante dicho encuentro los taxistas avanzarán en el consenso de esas propuestas a las administraciones públicas, que incluyen la organización de un congreso donde puedan debatirse las principales soluciones a la situación por la que atraviesa el sector, así como la implantación de un sistema digital de encargo y despacho de traslados de carácter universal que concurra en el mercado con las emisoras tradicionales de taxis y sus aplicaciones.

También se presentarán proyectos de SmartCity en los que han trabajado algunas asociaciones cuyas soluciones podrían ser extrapolables a las grandes capitales españolas.

Igualmente los taxistas, dado su creciente descontento general con las actuales políticas públicas y la inercia privatizadora de su servicio que se pretende imponer por los lobbies de multinacionales, CNMC y algunos ayuntamientos como los de Madrid y Barcelona, abordarán la concreción de un calendario de movilizaciones coordinadas.

La primera de ella tendrá lugar en Madrid el próximo día 16 de marzo como protesta por los últimos apoyos del consistorio madrileño a empresas como Uber o Cabify que, con sedes en paraísos fiscales, especulan, eluden impuestos, degradan las condiciones de trabajo de los conductores y vulneran derechos de los usuarios del servicio, bajo el atractivo de unas tarifas presuntamente más baratas.

Tras la reunión, el presidente de Fedetaxi, Miguel Ángel Leal, asistirá esta tarde  a un acto con la Comisaria Europea de Transportes, Violeta Bulc, donde le trasladará las conclusiones que alcancen los taxistas además de otras preguntas sobre la posición de la Comisión Europea ante este asunto y la irrupción de las empresas de la falsa economía colaborativa.