La flota de coches de Uber y Cabify crece y llegan nuevas peticiones de licencias VTC
— 4 mayo, 2018Sólo en abril entraron en circulación 515 nuevas licencias VTC
La flota de vehículos que opera con Uber y Cabify acelera su crecimiento en plena ofensiva del Gobierno para proteger al taxi. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, actualmente hay 7.821 coches con licencia VTC (vehículo turismo de transporte con conductor) circulando por España, lo que supone un 20,2% más que en diciembre de 2017, cuando había 6.506 licencias registradas.
Así, sólo en cinco meses han entrado en circulación unos 1.315 vehículos nuevos, más que todo en 2017. Un ritmo que se ha acelerado en el último mes puesto que sólo en abril la flota de VTCs ha crecido un 7%, lo que implica que hay 515 coches nuevos.
El desembarco de nuevas licencias de Uber y Cabify en el mercado a golpe de sentencia judicial está aumentando la presión sobre el sector del taxi que ha visto como se ha reducido el ratio de VTC sobre taxi a 1/8, un nivel que está muy lejos del 1/11 de julio de 2017 y del 1/30 que marca la ley. Las medidas aprobadas por el Ejecutivo en abril (elevar a rango de ley el ratio 1/30 y la limitación 20/80) para contingentar el crecimiento del sector sólo afectaran a las licencias que se han ido solicitando después de 2015, unas 30.000, por lo que las pedidas antes llegarán al mercado tarde o temprano.
Eso sí, están sujetas a que los propietarios las pongan a funcionar, como por ejemplo las 700 que la justicia otorgó el pasado mes de diciembre a la Federación del Taxi Balear y que todavía no ha puesto a operar. Así, en Baleares hay 211 coches de VTC, un 1,4% menos que en enero de 2018 y un 22% menos que en enero de 2017.
La Comunidad de Madrid ha recibido en los últimos meses 60.000 peticiones de licencias VTC (Alquiler de Vehículos con Conductor) para poder operar en la región, según fuentes del ejecutivo madrileño.
Un total de 20.000 de estas licencias han sido solicitadas por Maxi Mobility Spain, una empresa filial de Cabify, que es la que gestiona los permisos de la compañía.
El resto de solicitudes han sido presentadas por pequeñas y medianas empresas del sector del transporte y por personas a título individual.
La Consejería de Transportes rechaza todas estas peticiones. El solicitante acudía a los tribunales debido a que un vacío legal de la Ley, aprobada en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, les permitía hacerse con uno de estos permisos vía judicial.
El Gobierno aprobó hace algunas semanas un Real Decreto ley que busca la estabilización del sector del taxi y la concesión de licencias VTC.
La nueva normativa, según informó Fedetaxi, “eleva a rango legal medidas como las limitaciones al otorgamiento de nuevas autorizaciones VTC y la obligación de éstas a prestar al menos el 80% de sus servicios en la Comunidad Autónoma que les dio la concesión”. También impide la venta de la licencia hasta pasado un periodo de la concesión.
La defensa del actual modelo de negocio
Los profesionales del taxi esperan que el Tribunal Supremo zanje en una próxima sentencia la ‘guerra del taxi’.
El pasado día 17 de abril se vio en el Supremo la reclamación de Uber, Cabify y el Tribunal de la Competencia, por una parte y el Ministerio de Fomento y los taxistas por otro. Mientras los primeros exigen más liberalización, Fomento y los taxistas defienden el actual modelo de negocio.
La sentencia deberá establecer el número de licencias de taxi y VTC que van a operar los próximos años. En caso de que liberalice el sector al máximo, el valor económico de todos estos permisos quedaría reducido al mínimo.
El origen del conflicto comenzó con un gobierno socialista que incluyó en la conocida como Ley Ómnibus la liberalización de las VTC. Fedetaxi señala que al llegar al poder el PP, en 2013, revirtieron dicha situación, “pero no concretaron los requisitos para desarrollar esa actividad hasta 2015, entre otros la necesidad de unas licencias y un número limitado de las mismas a modular por las CCAA, como los taxis”.
Los taxistas señalan que “la consecuencia de esa demora ha sido la entrada, vía sentencias, de unos miles de licencias de VTC que está por ver cómo absorbe un mercado hoy en alza, pero cuya demanda no es ilimitada”.