Las distracciones al volante, principal causa de los accidentes de tráfico mortales

Durante el año 2018, un total de 1.180 personas perdieron la vida en las carreteras españolas. En el caso de Galicia, fueron 108 las víctimas mortales y, según los datos proporcionados por la Dirección General de Tráfico, el 35% de las muertes fueron ocasionadas por las distracciones al volante. Por lo tanto, según las estadísticas, las distracciones de los conductores son ya la primera causa de accidente mortal en las carreteras de la comunidad gallega, por delante del exceso de velocidad y otros factores concurrentes.

Por este motivo, la Xunta de Galicia, en el marco del Plan de Seguridad Viaria de Galicia 2016-2020, que se encuentra en plena ejecución, ha puesto el foco en la lucha contra las distracciones al volante con el objetivo de sensibilizar a la ciudadanía y reducir así el índice de siniestralidad en las carreteras.

La mejora de las carreteras y la modernización del parque móvil han propiciado que las cifras de siniestralidad viaria se hayan reducido notablemente en los últimos años. Sin embargo, aunque el estado del vehículo y de las carreteras juegan un papel fundamental, la mayoría de las causas de los accidentes suelen estar relacionadas con el factor humano y, por lo tanto, es indispensable concienciar a los conductores para que no incurran en prácticas indebidas mientras conducen.

El móvil, un peligro al volante

El uso del móvil se ha multiplicado en los últimos años con la aparición de numerosas aplicaciones de mensajería instantánea y la necesidad de conexión e inmediatez continua por parte de los usuarios. Este apego a los dispositivos móviles produce distracciones peligrosísimas en la conducción y, tal y como advierten desde la DGT, el manejo del móvil al volante provoca hasta tres distracciones diferentes en el conductor, elevando gravemente el riesgo de colisión.

Uno de cada tres conductores españoles confiesa haber utilizado el móvil mientras conducía para leer un mensaje de texto, marcar un número de teléfono, responder a un WhatsApp o llamar a alguien. Este tipo de acciones alteran el comportamiento del conductor y pueden ocasionar diferentes distracciones: la visual, que entra en juego en el momento que se centra la mirada en otro objeto; la manual, cuando se manipula el teléfono y se apartan las manos del volante; y, por último, la cognitiva, que implica un desvío de la atención hacia otro foco distinto al de la conducción.

Por otro lado, determinados dispositivos que se han ido incorporando a los vehículos, como el “manos libres” también pueden provocar distracciones, aunque su uso es legal. De hecho, numerosos estudios inciden en que, tras una llamada telefónica de un minuto y medio, el conductor deja de percibir el 40% de las señales de la carretera y la velocidad de reacción disminuye de forma considerable.

Por lo tanto, ante cualquier situación imprevista, lo que se debe hacer es buscar un lugar apropiado para estacionar el vehículo y buscar una solución apropiada. Asimismo, ante la aparición de sueño y/o fatiga, también se debe descansar hasta que el conductor se sienta preparado para continuar con la conducción de forma segura y consciente.

Uso del chaleco en averías o accidentes

Además de señalizar la zona en la que se ha producido el incidente, es fundamental que el conductor lleve el chaleco cuando salga del vehículo, sobre todo en horario nocturno. De este modo, los demás vehículos podrán verlo correctamente y se evitarán así atropellos fortuitos en las carreteras.

La Xunta de Galicia se ha propuesto reducir los atropellos mortales en las carreteras, relacionados con personas que abandonan sus vehículos ante una avería o accidente sin llevar puesto el chaleco reflectante. Es por ello que, en colaboración con la DGT, la Xunta reparte este tipo de prendas entre los conductores de la comunidad.

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