Las fiestas de Calahorra ponen en evidencia la normativa sobre los taxis

Las fiestas de Calahorra ponen en evidencia la normativa sobre los taxis

Taxistas de una decena de localidades riojanas y navarras de la ribera han decidido crear una asociación para acudir ante el Gobierno de La Rioja y reclamar una modificación en la normativa regional que impide, bajo multas que oscilan entre 600 y 3.000 euros, que un taxista de otro municipio pueda recoger clientes en una localidad que no es la suya.

La problemática se hizo más que evidente el pasado sábado en Calahorra cuando 800 jóvenes llegados en taxis desde diversas localidades limítrofes para disfrutar de las fiestas se encontraron con dificultades a la hora de volver a sus hogares.

Con las multas contempladas por la normativa riojana, ningún taxista de municipios navarros como San Adrián, Lodosa o Azagra; o de La Rioja, como Alfaro, Alcanadre, Rincón de Soto, Arnedo, Aldeanueva de Ebro o Pradejón se atrevió a recoger pasajeros sin autorización previa. «Avisamos a nuestros clientes de que los podíamos llevar, pero que para recogerlos tenían que llamar a un taxi de Calahorra y, que si no encontraban ninguno, debían solicitar autorización a la Policía Local para que pudiésemos acudir a por ellos», explicaba ayer José Antonio Pérez, de San Adrián. Aun con esa autorización previa, a las 5.20 horas este taxista fue parado por una patrulla de la Policía Local de Calahorra para recriminarle por coger a unos clientes que le habían llamado. Finalmente no fue multado.

Con el lío servido, el sábado por la noche la Comisaría de Calahorra se convirtió en un ir y venir de chavales que acudían a solicitar permiso para que los taxis que les habían traído a la ciudad los llevasen de vuelta a sus casas. «No podemos vender el ‘si bebes no conduzcas’ y luego poner pegas a los chavales para que cojan un taxi», lamentaba ayer la madre de uno de los chavales afectada por el problema de los taxis.

Desde los pueblos limítrofes cuantifican que en torno a 400 personas se quedaron sin poder ir a Calahorra al no arriesgarse a quedarse sin taxi de vuelta. Otros optaron por coger sus propios coches, con el problema de seguridad vial que esto puede suponer.

Calahorra cuenta en la actualidad con nueve licencias de taxi. Según los taxistas calagurritanos, el sábado seis de ellos estaban trabajando; pero según los navarros sólo fueron tres los taxistas calagurritanos que salieron a hacer rutas ese día. «Es imposible que tres taxis puedan hacer el servicio a esa cantidad de chavales porque todos quieren volver a la misma hora», razonaba José Antonio.

Ocho plazas en Calahorra

«En esta zona no habíamos tenido nunca problemas hasta que surgió la controversia en Logroño y algún taxista calagurritano se quejó al Consistorio», se quejaba Pilar Sáinz, taxista en Rincón de Soto y que también trabajó con miedo a las multas. «Ayer (por el sábado) perdimos todos: los chavales, los taxistas y la policía, que tuvo que estar a un problema que podía haberse evitado con algo de organización», resume.

Mientras, los taxistas de Calahorra comentan que «lo único que se hace es cumplir la ley», según expone José Luis Pérez, uno de los profesionales que trabajó en la madrugada de ayer en Calahorra, y que se queja de que el Consistorio no les deja ampliar sus plazas. «En Calahorra solo hay una licencia de ocho plazas y es insuficiente porque la mayoría de los chavales van en cuadrillas», defiende.

Fuente: Diario La Rioja

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