Tras la infiltración de detectives privados y la denuncia de 19 taxis pirata, los grupos de WhatsApp de este sector echan humo

Uno de los grupos de WhatsApp en los que, supuestamente, se reúnen decenas de piratas que hacen la temporada en Ibiza ayer echaba humo tras las 19 denuncias interpuestas tras la infiltración de detectives, contratados por el Consell de Ibiza, en un operativo conjunto con las policías locales de la isla.

En el grupo, una de las conductoras alertaba que había sido una de las ‘cazadas’ e iba a recibir una multa de 6.000 euros. “No es obsesión!!!! Están cazando taxi pirata a full…”, señala esta taxista que, además, especificó que los supuestos detectives habrían contratado un servicio hasta ses Salines.

Otro de los usuarios del grupo señala que en otro caso se llevó a la supuesta pareja de detectives desde el aeropuerto hasta Platja d’en Bossa y “allí lo esperaban inspectores”. “Están metidos en los grupos. Piden un viaje como cualquier otro cliente”, prosigue con la intención de advertir al resto.

A raíz de este mensaje, se inicia una conversación con multitud de participantes en los que no solo describen a los detectives que se hacen pasar por usuarios sino que llegan a verbalizar amenazas contra los mismos. Así figura en un audio, de este mismo chat, que manda un conductor en el que se le oye decir, rozando el esperpento: “Qué hijos de puta, pagados con nuestros impuestos…¡Detectives! Que había que apalearlos, así de claro lo digo: ¡apalearlos, cerdos!.

Otro coincide con el que remite el audio y señala: “Que poca vergüenza, encima con nuestro dinero”. En este punto es cuando otro de los taxistas reconoce que el trabajo que desempeñan no sería del todo legal: «Bueno, tampoco nos hagamos los santitos que todos sabemos muy bien que lo que hacemos no es legal. Es normal que hagan esto”, apunta quien, además, señala que lleva desde 2004 haciendo de pirata.

Otra de las integrantes del grupo intenta justificarlo señalando: «Claro, pero que más les da a ellos si lo que hacemos no es nada malo. Malo sería que traficáramos o algo así”.

“Mirados desde el ojo de la ley somos delincuentes….estás en el mismo saco que los ladrones”, le responden.

“Tendría que haber un reglamento en el que se pudiera trabajar legalmente, pero claro, ahí ya ellos pondrían impuestos para ganar también”, indica otra.

“Este reglamento se llama licencia de taxi y ya no se vende porque hay un límite de cupos en la isla cada verano… por eso nosotros hacemos lo que hacemos”, intenta justificar.

Durante la conversación, también hay un momento en el que se informa a los participantes del grupo que se cerrará el acceso y no se permitirá entrar a más gente con el fin de “protegerse” ante los infiltrados.

Finalmente, y ante las multas que se han interpuesto, señalan que antes era todo más fácil. “Cuando yo empecé en esto, en 2004, la multa era de 600 euros, un puto chiste. Para qué nos vamos a engañar si cada uno sabe lo que se juega”, apuntan.

“Antes eran 600 euros de multa, los inspectores no existían, pero los grupos de WhatsApp tampoco. Había que salir a lucharla, a robar viajes de las paradas…”, continúa.

Diario de Ibiza