Los taxistas de Bilbao debaten hoy el volver a las manifestaciones contra los VTC

El sector está «muy decepcionado» con el Gobierno vasco, que ayer le confirmó que deberá competir con las plataformas privada

Los taxistas se habían dado una tregua en agosto para ver lo que pasaba con las VTC. A finales de julio su batalla contra plataformas como Uber y Cabify había llegado al cénit con varias jornadas de paro en toda España, que se desconvocaron el 1 del mes pasado. En parte, por el coste en imagen que estaban suponiendo para el colectivo; en parte, por que si no se trabaja, no se ingresa; y en parte, por dar una oportunidad a las instituciones de arreglar el problema en un ambiente sosegado.

Hoy el sector del taxi decidirá si vuelve a la lucha para cerrar el paso a los gigantes que están revolucionando el transporte urbano en medio mundo. Ya ayer, lo profesionales de Euskadi se reunieron con las administraciones vascas (Gobierno de Lakua, diputaciones y ayuntamientos de las tres capitales) para ver si algo había cambiado. Pero parece que no.

«Hemos salido muy tristes, decepcionados», se dolía ayer Borja Mussons, presidente de la Federación Vasca del Taxi. Porque, dice, Janire Bijueska, directora de Planificación del Transporte, les transmitió el mismo mensaje que les había lanzado la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, hace mes y medio: que no les va a quedar más remedio que competir con Uber y Cabify. El argumento es que no se pueden poner puertas al camponi, en este caso, a la competencia.

Para los taxistas, el razonamiento no es válido porque ellos compiten con una regulación más exigente. ¿Qué piden? Que se regule las VTC como ha hecho, por ejemplo, Grecia, «donde se obliga a los coches a volver a su sede entre servicio y servicio. Eso es lo que hacen los vehículos de alquiler con conductor. Si lo que hacen es coger a gente en la vía pública, es como un servicio de taxi encubierto», razona Mussons.

Aquí, en el País Vasco, el problema no es sangrante porque no han llegado gigantes como Uber. Pero si no cambian mucho las cosas, lo harán. En estos momentos hay 2.132 licencias de taxi en la comunidad autónoma, frente a 94 VTC de los de toda la vida (los que se alquilan, por ejemplo, para bodas). Pero hay otras 285 licencias de este tipo judicializadas o en trámite. De salir todas, habría 379. Es decir, una por cada seis taxis.

El Correo

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