El conflicto que mantienen los taxistas con Morrás comenzó cuando el edil de Unidas Podemos decretó el cierre de los servicios de Taxitronic en la ciudad, intentando obligar a estos profesionales a conectarse al GPS de Nitax, que es actualmente el único autorizado por el Consistorio para operar en Vila.
El presidente de la asociación, Alejandro Cardell, recordó que el conflicto comenzó cuando Morrás ordenó días atrás que los taxistas conectados a Taxitronic no pudieran ofrecer sus servicios en Vila. «No ha tenido en cuenta», explicó Cardell, «que, igual que con Taxitronic pueden hacer aquí servicios algunos taxistas de fuera de la ciudad, podemos hacerlos nosotros en sus municipios».
Cardell lamentó que esta situación haya afectado a los usuarios y recordó que, en estos momentos, la regulación del taxi en toda la isla depende de la orden de carga y descarga de 2012. A esto se añade que no existe un área de prestación conjunta y que, además, no ha sido posible actualizar las tarifas en los últimos años.
«Llevamos años trabajando de esta manera y el sistema funciona», recordó el presidente de los taxistas autónomos. De ahí que este colectivo no comprenda por qué Morrás ha roto el consenso existente entre profesionales y administraciones a la hora de trabajar con un servicio GPS.
«Él quiere otro formato de trabajo», añadió Cardell en referencia al concejal de Movilidad, «pero con sus decisiones está perjudicando a los taxistas de Vila». Cardell negó que Morrás les diera un plazo en el pasado para pasarse al GPS de Nitax y acusó al edil de «deshacer lo que han hecho bien» estos profesionales durante años. Una fórmula que permite, recordó, que «con los 800 taxis que hay en verano se pueda garantizar el servicio».
Periódico de Ibiza