Hubo taxistas que se presentaron ante las oficinas de la consejería de Transportes, en la capitalina calle de Tomás Morales, desde las 20.00 horas de la tarde del lunes, desde el día anterior. Y la ventanilla del registro en el Cabildo no se abrió este martes hasta las 08.30 horas. A la hora de la apertura ya estaban a la espera 119 profesionales, según datos aportados por la propia institución. Aspiraban a ser uno de los beneficiarios de la línea de ayudas, dotada con 100.000 euros, que el Cabildo destina anualmente a la renovación de la flota en el sector del taxi en toda la isla. Siempre que el expediente de la solicitud esté completo, el reparto se hace por estricto orden de llegada hasta que se agote el importe, de ahí la ansiedad por ser los primeros.

La cola este martes era visible desde la calle Bravo Murillo. Daba la vuelta al edificio de cristal del Cabildo. Y la indignación que ya era comunal en la larga fila se hizo viral en las redes sociales. Hasta el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos del Taxi en la Provincia de Las Palmas (ATAT), Francisco Reyes, se autograbó un vídeo, a las 23.00 horas de la noche anterior, en la que hacía pública su indignación. Acababa de visitar a los compañeros acampados.

No es la primera vez que el Cabildo convoca estas subvenciones y que las entrega según orden de llegada. La diferencia esta vez es que no se permitió, como se venía haciendo, que las solicitudes las presentasen las cooperativas o colectivos. Este año se exige que las pidan los titulares de las licencias. Uno de los que pasó la noche tirado en la calle, desde las 22.30, se grabó un audio este martes para compartir cómo lo vivió. «Hemos pasado una noche horrible, en condiciones de higiene pésimas y desagradables, rodeados de cucarachas», se quejaba. «Sufrí una barbarie en mis huesos».

Fedetax y ATAT, en respuesta al «menosprecio» sufrido, advirtieron de que ninguna de las dos organizaciones «ha participado en el esperpento» ni se les dio la posibilidad de consensuar la convocatoria, «como era tradición hasta ahora». Aseguraron que intentaron pararla hasta que hubiera acuerdo, anunciaron que irán a los tribunales y responsabilizaron al consejero Francisco Trujillo de la «humillación y desprecio» sufrido por una convocatoria «al más puro estilo bolivariano».

Por su parte, el consejero aludido no entiende el enfado de los taxistas. «Esta es una convocatoria por concurrencia competitiva, y cumplimos al dedillo la Ley de Subvenciones». Explicó que no se permite que las cooperativas presenten las solicitudes «porque luego quién determina, de las 30 que trae, cuál es la primera y cuál la última». Recuerda que en esta convocatoria hay otra línea de ayudas para transporte discrecional de viajeros y de mercancías y ellos no se quejan. De los 100.000 euros para los taxis, 25.000 se repartirán entre 10 licencias PMR a razón de 2.500 euros cada una, 25.000 entre 5 taxis eléctricos, 25.000 entre 10 taxis híbridos, y 25.000 entre el resto, que en 2016 dio para 40.

Canarias 7