Los taxistas paralizarán Madrid

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El presidente Fedetaxi, Miguel Ángel Leal, ha explicado a Madridiario por qué los taxistas madrileños se movilizarán en Madrid el próximo 16 de marzo y, durante dos horas, paralizarán una parte de la ciudad. Las palabras `liberalización´, `VTC´ y `tarifas´ parecen iniciar lo que se prevé como un «culebrón» que tendrá a taxistas, legisladores y políticos como principales protagonistas.

Cuando el 15 de diciembre de 2016 el Coordinador General de la Alcaldía de Madrid, Luis Cueto, se dio un apretón de manos –con foto incluida- con Carles Lloret, directivo de Uber en el sur de Europa, mostró, sin quererlo, el apoyo del Ayuntamiento a la empresa que incorporaba los novedosos vehículos eléctricos Tesla. Y sin quererlo también, prendió la mecha para hacer explotar la bomba de relojería en la que se está convirtiendo el sector del taxi en Madrid. Una bomba que está a punto de estallar en el resto de Europa, donde las agrupaciones de taxistas de ciudades como Roma o Lisboa viven una situación de incertidumbre ante el futuro de su profesión y su sector tras la llegada de los operadores de vehículos con conductor.

Miguel Ángel Leal, presidente de Fedetaxi, envió el pasado mes de enero en nombre de sus compañeros de profesión una serie de reivindicaciones al Ayuntamiento de Madrid, y entre ellas se pedía la cabeza de Cueto. «Luis Cueto está llegando a acuerdos con Uber y empresas privadas que son totalmente contrarias al servicio público del taxi y busca acabar con él. Pero es que también quiere arrebatar a los ciudadanos el control de este servicio público. Son empresas que quieren sustituir este servicio público por uno privado y este señor-por Cueto- las está promocionando en contra del propio Ayuntamiento. Pedimos su cese”, explica Leal en una entrevista con Madridiario.

Al no llegar la contestación por parte del Consistorio los taxistas decidieron que había que dar un toque de atención a Manuela Carmena. «Vamos a parar un par de horas el servicio el próximo día 16 de marzo porque ya estamos cansados de reivindicar al Ayuntamiento para el sector del taxi cuestiones como la libre elección de vehículos, mayor control de la policía municipal o la propia actitud del señor Cueto», anuncia el también presidente de la gremial madrileña del taxi.

La portavoz del Gobierno municipal, Rita Maestre, reconocía este mismo miércoles que “no se ha producido la contestación formal», pero señalaba como una de las principales preocupaciones del equipo de Carmena la de «dar respuesta a las múltiples demandas que llegan al Ayuntamiento». «Les explicaremos los motivos por los que se tomó esa decisión y espero que podamos analizarlo mejor en una reunión», aseguró, conciliadora Maestre, aunque advertía: «Lo que seguro no se va a producir es el cese de Luis Cueto”.

Flota ‘anticontaminación’

Lo cierto es que la flota presentada por Uber en Madrid está formada por coches con unas características muy superiores a las de la mayoría del parque móvil de los taxistas, que deben adaptarse a los requerimientos y modelos que permite el Consistorio. No obstante, a la hora de competir con esta flota de coches eléctricos, el sector del taxi se está “poniendo las pilas”, según Leal. “Actualmente hay más de 8.000 vehículos – algo más del 50 por ciento- de la flota con el distintivo “ECO”, pero lo más importante es que en el año 2020 todos los taxis de Madrid llevarán este sello”.

Desde el Grupo Municipal del PP de Madrid hacen una reflexión ante la falta de igualdad de condiciones en modelos de negocio como Uber o Cabify y el del servicio que ofrecen los taxistas. «Hay que flexibilizar las condiciones para que taxistas y otros negocios puedan competir de igual a igual», señalan fuentes populares. Y Leal lo corrobora: “El taxi es un servicio absolutamente regulado por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, nuestras tarifas no las pone el taxi, las ponen los consumidores a propuesta del Ayuntamiento; es un control total, nosotros no tenemos elección de tarifa”.

Los precios de servicios como Cabify o el propio Uber suelen tender más a la baja, de ahí su gran reclamo; pero, a diferencia de lo que piensan muchos de sus usuarios, no tienen tarifas fijas por kilómetro: los precios suben y bajan según la demanda. Desde Uber España confirman a este diario que el precio se estipula según las solicitudes de vehículos, pero puntualizan que “el precio dinámico tiene el objetivo de dar respuesta a aquellos momentos de demanda inusual, como por ejemplo un concierto o un gran evento deportivo». Este sistema, añaden, «anima a un mayor número de conductores a conectarse a la plataforma», por lo que «los usuarios que lo deseen podrán conseguir un vehículo, incluso en esos momentos en los que es muy difícil encontrar transporte» en la ciudad. «Tan pronto como se conectan un número suficiente de conductores para servir el aumento puntual de demanda, los precios vuelven a su nivel original», aseguran.

Además, según Leal, hay diferencias básicas entre unos y otros más allá del precio. “Si algo lleva un taxi es identificación, si algún cliente tiene un problema tan solo tiene que remitir el número de licencia al Ayuntamiento; el ciudadano tiene todos sus derechos desde el momento en el que se monta en un taxi, además de todos los seguros que tenemos nosotros y no tienen las VTC (autorización de arrendamiento de vehículos con conductor) en caso de una responsabilidad civil ante, por ejemplo, un accidente”, denuncia.

Y es en este punto en particular, en el que planea la sospecha de la duda entre las asociaciones de consumidores ante estos modelos de negocio. Desde la OCU ya avisaron de que a pesar de tener puntos muy positivos para los usuarios, Uber tiene tres puntos en contra: no llevan seguro para los usuarios (el seguro es a terceros); son “poco amigos” de las reclamaciones puesto que no se hacen responsables del servicio prestado por sus conductores y, en caso de reclamación, remiten al afectado a la legislación holandesa”; y la imposibilidad de que pasajero y conductor no puedan pactar tarifas hacen de esta plataforma «ínfimamente colaborativa».

Sin embargo, la plataforma de origen norteamericano difiere completamente de las opiniones tanto de la OCU como de Leal y, en declaraciones a Madridiario, defienden la seguridad de sus usuarios: “Para poder registrarse en Uber, los conductores deben cumplir diversos requisitos además de disponer de un vehículo con licencia VTC. Uber comprueba que los profesionales estén dados de alta en el régimen de autónomos o constituidos como empresa, los antecedentes penales del conductor, la ficha técnica del vehículo y la vigencia del seguro. Este seguro cubre cualquier incidencia con la cobertura exigida por la ley española, de hasta 70 millones de euros por responsabilidad civil obligatoria y 50 millones de euros adicionales por responsabilidad civil limitada”.

Próxima asociación europea encabezada por España

En Europa la situación para el colectivo de taxistas no está mucho mejor. En Italia han protagonizado seis días seguidos de huelga hasta que, tras desconvocar los paros a petición del Gobierno, han conseguido sentarse junto al ministro de Infraestructuras italiano, Graziano Delrio, a negociar la regularización de los servicios de alquiler con conductor y Uber.

La `toma de Lisboa´ por parte de los taxistas fue inusual. Llegaron desde todas las regiones con el firme propósito de hacer imposible la legalización de estas plataformas “colaborativas”. A principios de julio de 2016 el Gobierno portugués anunció una legalización de estos servicios de transporte urbano, legalización que sería efectiva a partir de septiembre de ese mismo año de no ser por las intensas movilizaciones –en las que se llegó a agredir a personalidades del propio Gobierno portugués o a conductores de Uber- que impidieron esta aprobación.

Todo esto ha hecho que los gremios europeos unan fuerzas para luchar por lo que consideran “sus derechos y la supervivencia de su sector”. Leal ya ha iniciado los trámites para una nueva asociación europea que será presidida por España: “Vamos a formar una asociación que estamos a punto de firmar. En principio, estará integrada por Italia, España y Portugal. No entendemos como los políticos están cayendo en normalizar empresas que no van a contribuir en nada y lo peor, no van a tributar en nuestro país. Y en referencia al trabajo, es mentira, es esclavitud al volante”.

Según ha podido saber Madridiario, en una de estas empresas con un modelo de negocio muy similar al de Uber, los conductores, habitualmente contratados por los propietarios de las licencias VTC, necesitan facturar unos 3.000 euros para alcanzar un salario que no llega a mileurista. Esta situación también indigna a los taxistas: «Recaudar 3.000 euros no es fácil, y más cuando te quitan un 25 por ciento de cada carrera. Es esclavitud en estado puro”, insiste Leal. Sin embargo, desde Uber España aseguran que “Uber no posee, ni compra, ni vende licencias de ningún tipo» y que «son los conductores o las empresas que operan a través de la plataforma los propietarios de los vehículos con licencia VTC».

El próximo 16 de marzo, a menos que el Ayuntamiento de Madrid llegue a un acuerdo con ellos, los taxistas harán un parón en el centro de Madrid, sin que hayan desvelado todavía la localización exacta. Al sector madrileño se le unirán previsiblemente sus ‘compadres’ europeos. «Estamos intentando que la movilización sea a la vez en Roma, Lisboa y Madrid, pero ellos -los italianos- tienen mucha más urgencia, porque están a punto de liberalizar el equivalente a las licencias VTC (EFC) y entonces el sector estará condenado a desaparecer”, termina Leal.

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