
JOSÉ ROYÓN. PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN UNIFICADA DE AUTÓNOMOS DEL TAXI (AUMAT)
El pasado verano, el sector del taxi dijo alto y claro basta. El gremio llevaba años rumiando con el ceño fruncido las posibles consecuencias del auge de los vehículos de turismo con conductor (VTC), sobre todo de Cabify, pero en la última Feria el malestar estalló con una huelga de cuatro días. El paro fue idea inicialmente de los propios taxistas, y las asociaciones del sector se unieron posteriormente, como reconoce José Royón (Benamejí, Córdoba; 1957). La reconversión del sector y un mayor control para los VTC se antojan claves en el desenlace del conflicto:
-Pasado mes y medio tras el paro del servicio del sector en plena Feria, ¿qué balance hace?
-Las consecuencias no fueron satisfactorias para nadie. Sobre todo para el usuario del taxi de Málaga, pero también para los que vienen de fuera, que se encuentran un problema ajeno a ellos y se ven sin medio de desplazamiento. No es cómodo para nadie.
-Hubo situaciones durante esos días que se pudieron evitar.
-Por supuesto. No aceptamos la violencia y la condenamos rotundamente. No nos gustan las situaciones de violencia que se hayan podido por parte una minoría.
-¿El paro era la única salida?
-La única arma que tenemos, como la mayoría de las personas trabajadoras, es la protesta. Nosotros estamos muy regulados, principalmente por el Ayuntamiento, pero también por la Junta. Al Consistorio no le resultó cómodo la huelga, precisamente por ser en el momento que fue [la Feria]. Pero ha servido para ponerle las pilas a la administración. El alcalde se reunió tres veces con nosotros en los dos primeros días de la Feria y eso es de agradecer. Y se comprometió con algunas cosas de las que estamos satisfechos.
-Una de ellas es la formación de la Policía Local.
-Eso fue algo que acogimos muy positivamente, porque no solo se va a formar a unas determinadas unidades, sino que parece ser que toda la Policía Local va a tener conocimiento en materia de transporte, algo en lo que muchas veces andan escuestos. Se comprometieron también a invitar a la Policía Local de otros municipios malagueños para que recibieran esos cursos de formación e incluso nos invitaron a nosotros para participar de ellos y aportar nuestro grano de arena.
-El sector anda con la mosca detrás de la oreja por el aumento de los VTC.
-La última reforma del ROTT (Reforma de Ordenación de los Trasnportes Terrestes) establece que debe haber un VTC por cada 30 taxis y ahora mismo la media de Andalucía es de 1/10 y la de Málaga es de 1/5.
-Sin embargo, actualmente es complicado parar la expedición de nuevas licencias VTC.
-Cierto es. Porque las licencias están saliendo ahora mismo por la vía judicial, no por la concesión de las administraciones. Eso obliga a las delegaciones territoriales de Transporte a concederlas. Precisamente por eso hemos estado haciendo presión y negociando con la Junta. En la última reunión que tuvimos en Sevilla, el mes pasado, el consejero dio instrucciones a todas las delegaciones provinciales [de Transporte] para que en el momento en el que lleguen la sentencia judicial de concesión de los VTC, la negaran y pusieran en funcionamiento la normativa que estaba vigente en aquella época. Las sentencias judiciales que ordenan la concesión de licencias VTC son de peticiones iniciadas entre 2009 y 2013, años en los que no hubo una normativa clara al respecto. Es imposible revocar una sentencia judicial amparada en la legislación de entonces con las leyes actuales, por lo que la Junta encontró el mes pasado un recurso legal en el marco regulatorio existente entonces.
-¿Taxis y Cabify pueden convivir, como aspira el Gobierno?
-Pueden, pero como se suele decir: zapatero a tus zapatos. Cada vez que ha existido una reforma de la ley se ha ido suprimiendo puntos importantes que han ido desregulando a los VTC. Antes era necesario que fueran vehículos de alta gama, ahora no. Los VTC no se crearon para competir en el día a día con el taxi. Los taxis son coches más modestos, aunque ahora hay muy buenos modelos y tienen una función de transporte interurbano. Hemos convivido sin problema con la empresa de VTC Autosol porque siempre se ajustaba a su servicio de precontratación. El problema surge con estas aplicaciones como Cabify, que van captando clientes por la calle, cuando esa es la función del taxi.
-Este es un conflicto que no solo afecta a Málaga, ¿se están dando pasos para tomar acciones a nivel estatal?
-Sí, el mes pasado tuvimos una reunión en Madrid organizada por la Federación Española del Taxi (Fedetaxi). Allí se habló de tener una buena coordinación, a veces hay divergencias sobre como actuar, pero se acordó que hay que hacer un frente común para presionar al Ministerio de Fomento. Es necesaria la creación de una base de datos a nivel nacional, en la que las VTC estén registradas y se las controle. Si Hacienda nos sigue, y bien, a todos, también se puede hacer esto para que la legalidad se cumpla.
-¿Se llegó en la reunión de Madrid a alguna medida concreta?
-Se crearon cinco comisiones. Una de ellas era de relaciones públicas de cara a tratar con los medios y las demás eran de trabajo, de tipo jurídico,de coordinación, etc. Los miembros de las diferentes comisiones, que pueden vivir en diferentes lugares de España, estarán en contacto unos con otros para coordinarse. Y así estaremos un par de meses para ponernos al día y establecerse, y en función de lo que se vaya consiguiendo se tomarán un tipo de medidas u otras.
-¿Se podría producir un paro a escala nacional de no salir la acción en los despachos bien?
-Seguramente. Es lo último que queremos que hacer, porque sabemos que lo que se pierda esos días no lo vamos a recuperar por otra parte. Pero es que tampoco estamos pidiendo peces de colores, solamente que estas aplicaciones cumplan con la Ley, y que las administraciones nos escuchen y nos ayuden. Solo queremos control, en mismo que tenemos nosotros.
-¿Hay voluntad para reconvertirse en el sector?
-En Málaga por lo menos nos estamos poniendo las pilas. Hemos contratado los servicios de una empresa ubicada en el Polo Digital. Nos han hecho un trabajo que va a suponer un cambio de look, que conlleva un logo nuevo para la asociación. También queremos cambiar la uniformidad, y ponernos una camisa o un polo. Al final, ellos (Cabify) nos ganan en marketing y nosotros también queremos competir ahí también.
Málaga Hoy