Preocupación en Gijón ante la falta de nuevos profesionales del taxi para hacerles el relevo

Isaac Menéndez, presidente de la cooperativa Radio Taxi Gijón, destaca que, pese a que las 308 licencias que hay en el municipio están cubiertas, los conductores que se incorporan a la actividad ya no son tantos como hace dos décadas

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El sector del taxi en Gijón se está encontrando con un obstáculo que se viene acentuando en los últimos años. Y es que, pese a que las 308 licencias que hay en el municipio están cubiertas y no hay falta de profesionales en activo, los conductores que se incorporan a la actividad para dar el relevo a los que se van jubilando ya no son, ni mucho menos, tantos como antes.

Isaac Menéndez, presidente de Radio Taxi Gijón, resalta que ahora «se jubila gente y a los exámenes se están presentando pocos». Insiste en que, en Gijón, «las 308 licencias tienen su taxi», si bien «para los refuerzos en verano está más complicado» encontrar trabajadores que cubran descansos y turnos. «Yo no sé si es por el sistema de examen, que ahora está aprobando poca gente, o es porque no es atractivo trabajar», admite.

Y es que, reconoce, trabajar en el taxi implica hacerlo «para otra persona», hacerlo en fines de semana y «muchos en turno de noche». En esta línea, Isaac Menéndez resalta que tiene incluso «problemas para encontrar operadoras» en un segmento de actividad que «abre 24 horas, 365 días al año».

Explica que, «antes si un taxista cumplía los 65 años el 18 de agosto, el mismo 18 de agosto ya tenía vendida la licencia; esa es la diferencia de hace 15 años para acá». Y es que el presidente de Radio Taxi Gijón reconoce no saber de «mucha gente de 20 o 22 años que sea autónoma». «Una persona prefiere trabajar para otra de lunes a viernes, cobrar el sueldo que estipule su convenio y ya está; creo que ha pasado lo mismo con la hostelería», reflexiona.

Este profesional recuerda que cuando comenzó en esta actividad, hace dos décadas, tenía «mucha más capacidad de ahorro y eso que se recaudaba menos». «Cuando yo empecé en el taxi la tarifa 1 valía 2,80 euros y ahora 4,80, pero tengo más o menos la mitad de capacidad de ahorro porque a los 20 años yo pagaba 55 euros de autónomos, han subido los impuestos, pagábamos muchos menos por la gasolina, que cuando yo empecé estaba 70 céntimos…», asevera.

Cree que en ciudades de la región como Oviedo «van tirando un poco mejor» ya que, en el taxi, el trabajo «en las capitales es completamente diferente al que hay en las ciudades de costa». Cree que la situación de incorporación de nuevos conductores al sector en la capital del Principado «no es como antes 20 años, pero sí que se van transfiriendo licencias un poco mejor que aquí».

Menéndez apunta que la ordenanza municipal que rige las pruebas a los nuevos taxistas, entre otras cuestiones, «es del año 91». En esta línea, en los últimos 30 años se han incorporado muchos avances tecnológicos que hacen de la labor del profesional algo mucho más sencillo a la hora de planificar rutas y encontrar destinos. Es por eso que considera que las pruebas para taxista en Gijón deberían «fijarse más en otras cosas que en saberse el callejero».

«Yo me encuentro con otros problemas en taxistas, no que no sepan una calle», admite y añade que es tanto o más importante «que tengan un trato adecuado con el cliente o que pasen un psicotécnico». «Yo hice una reforma de estatutos de régimen interno para que en mi cooperativa no entrara gente con antecedentes penales sexuales», recuerda y añade que, en su caso, «un taxista que da positivo en alcohol y drogas queda automáticamente expulsado».

La Voz de Asturias

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