Recordamos cómo el Fary llevó en su taxi a Ava Gardner una noche de juerga en Madrid
— 10 enero, 2024El mítico cantante afirmó que, a finales de los años 50, llevó en su taxi a la legendaria Ava Gardner en una interminable noche de juerga por Madrid
La acción se sitúa en Madrid, a finales del año 1958, cuando las estrellas de Hollywood visitaban la capital en busca de diversión. Por aquel entonces José Luis Cantero, más conocido por su nombre artístico como el Fary, era un taxista del barrio de Ventas que trataba de abrirse paso en el mundo de la copla. Además, también era un reconocido personaje de la fauna nocturna madrileña y famoso participante de las legendarias partidas de cané que se organizaban en el barrio de Bilbao.
El Fary, que habitualmente trabajaba en el turno de noche, esperaba a la entrada de la sala de fiestas Pasapoga, situada en el número 37 de la Gran Vía y a la que asistían con asiduidad los artistas hollywoodienses, junto con otros compañeros del gremio con los que acostumbraba a jugar a los chinos mientras esperaban a que les entrase un servicio. En un momento de la noche, el portero de la discoteca solicitó al cantante que llevase al Hotel Ritz ni más ni menos que a Ava Gardner, estrella de películas como ‘Mogambo’ o ‘La condesa descalza’ a quien se le apodaba “el animal más bello del mundo”.
Ava Gardner se montó en el asiento de copiloto del taxi con un exuberante vestido negro. Como nos enseño ‘Arde Madrid‘ (disponible en Movistar Plus+), la actriz llevaba en Madrid una vida de desenfreno, y el Fary, conocedor de su estilo de vida, trató de persuadirla para alargar la juerga. La estrella americana, que se defendía con algo de dificultad en lengua española, accedió a la invitación, y ambos se dirigieron entre palmas y animados cantes a la venta de La Rábida, también conocida como la venta de Manolo Manzanilla en honor a su propietario, situada en el kilómetro 12 de la carretera de Barcelona. Allí, Ava Gardner invitó al Fary a que la acompañase al interior del tablao flamenco, donde ambos tomaron unas reconfortantes sopas de ajos antes de continuar una fiesta que se alargó hasta altas horas de la madrugada entre bailes, copas y cantes. Por supuesto, la actriz americana corrió con todos los gastos.
Cuando la noche tocó a su fin y el reloj rozaba las 9 de la mañana, los dos fueron juntos a desayunar a la chocolatería de La Chata, en la calle Cartagena, donde tomaron churros con chocolate. Ava Gardner, quien durante la noche había ingerido grandes cantidades de alcohol, acabó indispuesta en mitad del establecimiento. El Fary la introdujo en el taxi y la llevó de vuelta al Hotel Ritz, donde la actriz se hospedaba. Allí, con la ayuda de un botones, la llevaron con dificultad en volandas hasta su habitación y la acostaron en la cama completamente ebria. Debido a las circunstancias, el coplero no pudo recibir en el momento el importe de la carrera, pero él afirmaba que al día siguiente, la actriz de Carolina del Norte le había dejado en recepción a su nombre una suma muy por encima de la que le correspondía.
Si bien fue el propio Fary el que se encargó de airear esta anécdota en diferentes programas de radio y televisión, existen otras versiones que la tachan de leyenda, negando que el cantante hubiese estado toda la noche de juerga en compañía de la actriz, y afirmando que el encuentro fue bien diferente: Ava Gardner le pidió que le condujese a varios tablaos en busca de Faíco, un bailaor gitano del que la actriz había quedado prendada. Según esta otra versión, el Fary hizo guardia en la puerta de la fonda hasta que amaneció para poder llevar a Ava Gardner de vuelta al hotel.