
El Sindicato Cántabro de Asalariados del Transporte (SCAT) salió ayer al paso de la iniciativa que debatirá hoy el Parlamento de Cantabria dirigida a ofrecer un balón de oxígeno a los taxistas rurales mediante la implantación del servicio a demanda y el estudio de las modificaciones legales en los concursos de traslados escolares y sanitarios, algo que reivindica este sector del que viven unas 300 familias en Cantabria y que teme por su desaparición. Sin embargo, desde SCAT se han opuesto rotundamente y, en un comunicado, sostienen que la proposición del Grupo Regionalista «no es necesaria ni se ajusta a la legalidad».
No solo eso. «Nos parece muy bien que se vele por las 300 familias que se dedican al taxi, pero no poniendo en serio riesgo el empleo de más de 900 familias de trabajadores que desarrollan su actividad profesional con todas y cada una de las condiciones de capacidad profesional establecidas legalmente para su ámbito de actuación, que no sólo afecta a conductores, sino también a las 400 monitoras del transporte escolar», razonan desde el sindicato.
La organización advierte de que «esta medida puede desencadenar conflictividad y ruptura de la paz laboral en esos sectores de la actividad, por cuanto perjudica gravemente la estabilidad de las empresas y de los puestos de trabajo del transporte escolar (conductores y monitoras acompañantes) y sanitario».
En cuanto al deseo del taxi rural para participar en rutas escolares y transporte sanitario, SCAT abunda en que «uno de los requisitos para la obtención de una autorización de transporte regular de uso especial es que la empresa a la que aquélla haya de otorgarse sea previamente titular de una autorización de transporte público de viajeros, o lo que es lo mismo, el título de capacitación profesional para poder desarrollar la actividad. El sector del taxi no tiene estas exigencias, ni esa imperativa legal de tener la capacitación profesional que les habilite para realizar el transporte escolar y sanitario», inciden, para pedir que los partidos rechacen en la Cámara la propuesta regionalista.
El Diario Montañés