El taxi, comprometido con el medio ambiente
— 28 marzo, 2018Área de Movilidad de ATC
Desde la Agrupació Taxi Companys (ATC) estamos colaborando con la Administración municipal de Barcelona en las denominadas microparadas como medida para facilitar a los usuarios el acceso al taxi y mitigar la contaminación medioambiental. Somos conscientes de que la contaminación es uno de los problemas más graves que afectan a la a ciudad. La creación de nuevas paradas de taxi (de manera especial las microparadas) contribuirá a reducir las emisiones de CO2 con la medida anteriormente mencionada. Con este proyecto se pretende: optimizar, reducir y descongestionar.
1º Facilitar al usuario los puntos de paradas más cercanos a su zona de residencia, trabajo, escuela, etc. Se pretende mejorar, de esta manera, la proximidad y el acceso al servicio de taxi.
2º Contribuir a la reducción de la contaminación, la congestión y la contaminación acústica, aunque no somos ni de lejos el colectivo que perjudique más en este aspecto: la flota de taxi de la AMB tiene un alto porcentaje de vehículos híbridos o que usan combustibles no contaminantes.
3º Facilitar, en la medida de lo posible, la reducción del tráfico de la flota de coches con la que cuenta el sector (sin que ello suponga ninguna merma de una de las características del taxi: acceder a sus servicios levantando la mano).
El de las microparadas es un proyecto piloto que se implantará en el Eixample, en dos importantes calles: la de Muntaner y la de Aribau. Dependiendo de la eficacia de esta iniciativa se extenderá a todo el ámbito urbano de la ciudad.
Estas medidas no siempre están consensuadas ni pactadas con el sector. A veces, la Administración las decide de manera unilateral y sin previo aviso, obligándonos a un debate frecuentemente incómodo. Nosotros, como ciudadanos y como profesionales, somos los legítimos dueños del espacio público y ellos, los administradores, se deben al bien común.
Como colectivo debemos seguir luchando por conseguir mejoras en el sector, pensando también en el cliente, que, a su vez, es el que da sentido a nuestro trabajo diario. Debemos mejorar nuestro servicio, así como la movilidad en el ámbito urbano, mejorando con las nuevas tecnologías enfocadas a la lucha contra la contaminación de gases y emisiones acústicas.
Como hemos señalado antes, son muchos las compañeras y compañeros los que han cambiado sus vehículos por nuevos coches más silenciosos y menos contaminantes. Nuestro empeño es conseguir la total adaptación de toda la flota, como prueba inequívoca de una clara predisposición a la mejora de un servicio público y necesario para una ciudadanía que tiene derecho a una movilidad asequible y de calidad.
Son muchos los retos que tenemos enfrente con la aparición de una competencia ilegal que pone en peligro un modelo social de bienestar y de servicio público de calidad y asequible. Estas nuevas empresas, que se hacían llamar colaborativas, no son sino especulativas: no aportan ni ingresos a las arcas públicas, ni un trabajo digno, ni nada que se parezca al bien común, más bien al bienestar individual de unos pocos en detrimento de la mayoría.