Uber y Cabify ven “inaceptable” que Fomento quiera limitar la compraventa de licencias VTC
— 9 junio, 2017Las empresas de vehículo de alquiler con conductor (VTC), como Uber y Cabify, rechazaron hoy las medidas que el Gobierno quiere poner en marcha para acabar con la guerra que enfrenta a estas compañías y los taxistas en España. El Ministerio de Fomento se comprometió este martes, en una reunión con comunidades autónomas y ayuntamientos, a articular, por vía normativa, medidas que eviten una “burbuja especulativa” con la compraventa de las licencias VTC.
El ministro Íñigo de la Serna no concretó tales medidas, pues dijo que quiere que cuenten con el sustento judicial para evitar que sean recurridas en los tribunales, pero afirmó que le consta que muchas de las licencias VTC que hoy se están otorgando por vía judicial, fruto del “vacío legal” registrado entre 2009 y 2013, están cayendo en manos de un solo propietario. “Cuesta creer que tenga intención de prestar servicio con todas ellas”, añadió.
La reacción de las VTC no se hizo esperar. El presidente de Unauto-VTC, que agrupa a los propietarios de estas licencias y a empresas como Uber o Cabify, aseguró que “lo que no es admisible es que las autorizaciones del taxi puedan transmitirse libremente mientras que se restringe la transmisión de VTCs. Es un agravio comparativo inaceptable. Si quieren aplicarse medidas contra la especulación en la venta de autorizaciones, el primer sector al que hay que apuntar es al del taxi”.
Martín añadió que lo que busca la medida “es que la gente que quiere trabajar en el sector no tenga más remedio que comprar una licencia de taxi. Su única preocupación es que no baje el valor de su licencia, que tratan como un activo financiero”. A Unauto le parece llamativo que las medidas de Fomento no incluyan acabar con el “arrendamiento ilegal de licencias de taxi, que hace posible que propietarios de licencia cobren alquileres mensuales que suelen superar los 2.000 euros sin trabajar, o los flujos de dinero en efectivo”. Según Unauto, si se habla de equiparaciones, debería impulsarse la exclusión del taxi del sistema de módulos, “que permite que un taxista no pague, en la mayoría de los casos, ni 1.000 euros al año en impuestos mientras que una VTC con actividad similar paga 9.000”.
En el sector del taxi, la posición sobre el anuncio de Fomento no fue tan unánime. Mientras Fedetaxi tildó rápidamente de positivo que el Gobierno estudie elaborar nuevas medidas normativas para limitar la “burbuja especulativa” que se está creando con la reventa de licencias VTC, la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) y la Confederación de Taxistas Autónomos de España (CTAE) calificaron las soluciones propuestas por Fomento de poco claras.
“Se han limitado a anunciar futuras medidas legislativas sujetas a la libre interpretación de las comunidades autónomas, sin proponer acciones concretas para controlar que no se supere la proporción de una VTC por cada 30 taxis, ni explicar qué se va a hacer con las VTCs que sobran hoy”, dijo Julio Sanz, presidente de estas asociaciones. Este añadió que la nueva normativa supondrá únicamente “un nuevo error legislativo, como los que se han ido sucediendo en los últimos años, y que han estado siendo aprovechado por las grandes compañías que controlan las flotas de VTCs”.
El principal punto de fricción en esta ocasión es, por tanto, la decisión del ministerio de Fomento de aumentar las barreras para la compraventa de licencias VTC a fin de que no se genere una “burbuja especulativa” con estos permisos para ordenar el transporte. El punto de partida es la imposibilidad de solicitar nuevas licencias VTC desde el pasado 21 de noviembre de 2015, cuando el Reglamento de Ordenación de Transporte Terrestre volvió a establecer el ratio entre este tipo de autorizaciones y las licencias de taxi que funcionan en un municipio. La ley establece que no se pueden conceder nuevas autorizaciones de transporte si se supera el ratio de un VTC por cada 30 taxis.
Cualquier persona que quiera entonces dedicarse a este negocio tiene que acudir al mercado secundario, a la compra de estos permisos por parte de otros propietarios que decidan deshacerse de ellos.Ahí el precio de estas licencias está “entre 20.000 y 40.000 euros”. Pero, frente a la crítica de Fomento de que “están cayendo muchas licencias en las mismas manos, lo que hace pensar que no las van a operar todas”, Martín asegura a CincoDías que “la ley obliga a tener siete coches en propiedad de al menos 4,6 metros de longitud para comprar una licencia”, lo que mueve a adquirir al menos siete autorizaciones. “Quieren impedir que los conductores se asocien en cooperativas para comprarlas o que haya autónomos que quieran montar una empresa de este tipo”, denuncia.
Para el presidente de Unauto-VTC, “todas estas barreras no tienen como fin recuperar clientes sino evitar que el precio de las licencias de taxi caiga y mantener la especulación”. Porque no hay licencias VTC disponibles pero tampoco de taxi en las grandes ciudades. En Madrid, por ejemplo, no hay nuevas desde el año 1979, lo que promueve igualmente un mercado secundario, donde el precio oscila entre 120.000 y 140.000 euros por licencia, según la FTPM. Si los datos son correctos, estarían en línea con lo que el Ayuntamiento de Pamplona pidió por cada una de las 25 nuevas licencias que sacó hace cinco años a subasta, unos 150.000 euros.
Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación, denuncia que, al menos en Madrid, “las licencias solo se pueden vender a personas físicas y nadie puede tener más de tres en la actualidad”, no como los VTC. “Las revenden a través de cambios de titularidad en sociedades creadas ad hoc para cada licencia”, asegura Fernández, punto que Martín niega por la obligación mínima de siete coches de la ley.
El País