Nuevo problema para Uber en su expansión internacional. A las pugnas que mantiene la plataforma de transporte colaborativo con los reguladores y ayuntamientos británicos se une ahora la aprobación de una nueva normativa en Grecia que, directamente, supone una invitación directa y nada disimulada a abandonar el país.
Se trata de una legislación local en Atenas, capital del país, la cual impone una regulación más estricta en el sector del transporte de viajeros a petición de los taxistas de la urbe. Entre estas normas imposibles de aceptar por Uber encontramos la exigencia de que cada viaje comience y termine en una sede previamente designada o en el área de estacionamiento de los socios de la flota, algo que Uber no posee. Además, a los conductores de UberX deben ser empleados de algún partner -como compañías de alquiler de automóviles o agencias de turismo- y sus automóviles no pueden tener más de siete años.
También se impone un registro de datos que sólo se aplicará a los servicios de transporte colaborativo. La desigualdad es máxima si tenemos en cuenta que, en base a la nueva legislación, los taxistas podrán usar automóviles de hasta 22 años.
UberX se lanzó en Atenas en 2015 (la firma también opera allí su servicio UberTAXI)y más de 450.000 personas han usado su aplicación en este tiempo. Allí compite, al igual que sucede en muchos mercados, con un actor local -Beat- que también se verá afectado por la nueva regulación. De hecho, miles de atenienses firmaron una petición pública ante el llamamiento de esta última con el fin de evitar que esta nueva ley entrara en vigor.
“Recientemente se votaron nuevas reglamentaciones locales con disposiciones que afectan los servicios de viaje compartido”, explica Uber en su blog corporativo. “Tenemos que evaluar si podemos operar dentro de este nuevo marco y cómo lo haremos, por lo que suspenderemos UberX en Atenas a partir del próximo martes hasta que podamos encontrar una solución adecuada”.
Ticbeat