Un taxista coruñés repele con gas pimienta un atraco a punta de pistola
— 1 abril, 2016Un taxista coruñés, Ángel Rafael Palombo, de 60 años, se llevó la madrugada de ayer uno de los sustos de su vida cuando un cliente le sacó una pistola, se la puso en el costado y le exigió la recaudación. Él aguantó el tipo y repelió el ataque rociándole la cara con gas pimienta al atracador, «un joven, de unos 30 años, muy atlético y fuerte», dijo la víctima.
Todo empezó minutos antes de las dos de la madrugada cuando el atracador se dirigió a la parada del Obelisco, en el centro de A Coruña, y le pidió a un taxista que lo llevase a Laracha, pero este se negó si no le pagaba por adelantado. Le rogó, entonces, que lo acercase a Arteixo, que desde allí iría andando, pero también le dijo que no.
Cuando Palombo circulaba por Juana de Vega el individuo lo paró. «Se subió al asiento del copiloto y me dijo que lo llevase a los Mallos», contó. Pero ni habían recorrido quince metros «cuando sacó una pistola, me la puso en el costado y me dijo que le diese el dinero», indicó. El taxista le rogó calma: «Tranquilízate por favor. Tengo mujer e hijos, te doy todo el dinero. Déjame que lo coja que lo tengo en el bolsillo izquierdo», le comentó.
Llevó la mano al bolsillo «y cogí unas galletas que llevo siempre por si me da el hambre, y las dejé caer sobre el freno de mano». Esta acción «despistó unos segundos al ladrón y aproveché para coger del bolsillo el espray de gas pimienta ya preparado para accionar. Le agarré la mano de la pistola y se lo vacié en la cara», contó el taxista.
En el forcejeo, al caco se le cayó la pistola, pero la cogió antes de salir del coche, del que también tuvo que escapar su conductor «porque me afectó el gas». El ladrón insistió y tras caminar tres o cuatro pasos «vino de nuevo hacia el coche. Al verlo me subí al taxi y él se puso delante amenazándome con la pistola desde fuera, por el parabrisas. No me quedó más remedio que arrancar y el hombre se apartó y huyó».
El taxista circuló hasta Juan Flórez. Allí accionó la alarma y llamó a la operadora de Teletaxi, «que respondió de inmediato, al igual que el 091. A los tres minutos llegaron varias patrullas, les describí al ladrón, y un coche camuflado salió en su búsqueda». Diez minutos después le daban caza. Los agentes supieron que el individuo había atracado esa misma madrugada «a tres viandantes», dijo.