Una aseguradora obligada a pagar 2000 euros a un taxista que no pudo utilizar su vehículo durante 22 días por un accidente

La Audiencia Provincial de Barcelona ha aplicado el lucro cesante, un concepto jurídico que se refiere a la pérdida de ganancias potenciales que una persona o entidad deja de obtener como consecuencia de un evento dañino

Un taxista ha conseguido, tras una lucha judicial, que se le indemnice por un accidente de tráfico que sufrió en el que su vehículo quedó incapacitado durante 22 días, por lo que no pudo trabajar en ese período. La Audiencia Provincial de Barcelona obliga así a la compañía de seguros del otro coche implicado a pagarle 2.676,35 euros.

El accidente ocurrió el 4 de octubre de 2019, en el que estuvieron involucrados el taxi conducido por el demandante y un segundo vehículo asegurado por la compañía Admiral Europe Compañía de Seguros SAU. Como consecuencia del accidente, el taxi sufrió daños materiales significativos que hicieron necesaria su reparación y provocaron la imposibilidad de utilizar el vehículo durante un largo periodo.

El vehículo del afectado fue llevado a un taller para su reparación, la cual comenzó el 8 de octubre de 2019 y finalizó el 25 de octubre del mismo año. Sin embargo, el taxi no fue devuelto al propietario hasta el 28 de octubre, debido a que la reparación concluyó un viernes, y la entrega se realizó el siguiente lunes. En total, el taxi estuvo paralizado durante 22 días, un tiempo que incluyó no solo la reparación en sí, sino también otros procesos esenciales como la valoración de los daños, la obtención de las piezas necesarias y la coordinación con el personal del taller.

El hombre pidió una compensación por la pérdida de ingresos sufrida durante el tiempo que estuvo fuera de servicio, ya que el taxi constituía su principal fuente de ingresos. En un principio reclamó 3.030,72 euros por los 22 días, a lo que la aseguradora se negó.

Entonces el caso tuvo que ser llevado a los tribunales. Para establecer la indemnización, el tribunal de instancia aplicó el concepto de lucro cesante, que se refiere a las ganancias dejadas de percibir debido a un evento dañoso. La jurisprudencia establece que estas pérdidas deben ser reales y probadas, y que no basta con la posibilidad de haber generado ingresos, sino que se requiere una probabilidad objetiva respaldada por evidencia. En este caso, el tribunal aceptó que la paralización del taxi por 22 días justificaba la cantidad reclamada.

La compañía de seguros Admiral Europe Compañía de Seguros SAU argumentó en su recurso que la cantidad fijada por el tribunal de primera instancia era excesiva y propuso una reducción basada en un periodo de inactividad menor, sugiriendo una indemnización de 1.008 euros por 6 días. Sin embargo, la Audiencia Provincial rechazó este argumento, concluyendo que el periodo total de 22 días era razonable bajo las circunstancias del caso. Además, el tribunal ha tenido en cuenta criterios de reducción aplicados en casos similares, utilizando un porcentaje de reducción del 30% sobre la recaudación bruta, lo cual fue consistente con precedentes de la Audiencia Provincial en situaciones análogas.

Finalmente, el tribunal ha considerado que la cantidad de 2.676,35 euros representaba adecuadamente las pérdidas sufridas por el demandante, al reflejar una reducción proporcional basada en la actividad económica del taxi durante el tiempo que estuvo fuera de servicio. Por lo tanto, el tribunal confirmó la indemnización otorgada en la sentencia original.

El lucro cesante

El lucro cesante es un concepto jurídico que se refiere a la pérdida de ganancias potenciales que una persona o entidad deja de obtener como consecuencia de un evento dañino o ilícito. En términos simples, se trata del beneficio económico que se habría obtenido si no hubiera ocurrido el hecho perjudicial. Para que se pueda reclamar una indemnización por lucro cesante, es necesario demostrar que dichas ganancias perdidas son reales y probables, no meramente hipotéticas. Sus principales características son:

  • Relación directa con el daño sufrido: El lucro cesante surge a raíz de un acto o evento que afecta la capacidad de la persona afectada para generar ingresos. Puede ser el resultado de diversas situaciones, como un accidente de tráfico, el incumplimiento de un contrato, o cualquier otra circunstancia que impida la obtención de beneficios previstos.
  • Prueba de la pérdida económica: Para que el lucro cesante sea compensable, es necesario demostrar que la pérdida de ingresos es real y no simplemente especulativa. Esto suele requerir evidencia que respalde la existencia de una actividad económica previa y la expectativa razonable de generar ingresos.
  • Evaluación de la pérdida: La cuantificación del lucro cesante implica calcular la diferencia entre los ingresos que se habrían obtenido en una situación normal y los que efectivamente se generaron después del evento dañino. Este cálculo puede ser complejo y puede requerir la participación de expertos o peritos económicos.

Infobae

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