Usuarios denuncian que Uber les cobró entre 45 y 60 euros por ir desde el Mad Cool hasta el centro
— 12 julio, 2019Además, la multinacional cuenta con un parking y un carril exclusivo a las puertas del recinto, mientras que la parada del taxi está a 2 km
La compañía de vehículos con conductor Uber está recibiendo críticas por los altos precios que llegó a cobrar a algunos asistentes al Mad Cool cuando regresaban la pasada madrugada a sus casas tras disfrutar de la Welcome Party, que este miércoles inauguró el festival.
Algunos usuarios han denunciado que Uber cobró entre 45 y 60 euros por ir al centro de Madrid mientras que en taxi una carrera salía aproximadamente por menos de la mitad, así como que ambos transportes no contaban con igualdad de condiciones.
Uber, patrocinador oficial del evento, contaba con un párking y un carril exclusivo a las puertas del recinto de Valdebebas. Pero para coger un taxi, denuncian los usuarios, había que recorrer cerca de dos kilómetros, donde estaba ubicada la parada oficial junto al resto de transportes públicos, ya que no estaba permitida la recogida en la puerta. Una parada en la que, según los asistentes, no había que esperar ni un minuto.
Uber, que aumenta el precio cuando hay alta demanda, ha comentado a EL MUNDO que sólo el 5% de los viajes que realizaron desde el Mad Cool tuvieron una tarifa dinámica, es decir, con precios al alza, pero que el 95% restante tuvo una tarifa normal.
Además de la tarifa que aplica la compañía por kilómetros y minutos, los usuarios con destino u origen en el Mad Cooltuvieron que pagar otros cuatro euros de suplemento de «cuota de evento».
El transporte público es prácticamente la única alternativa para los asistentes al festival, ya que este año Mad Cool ha decidido no abrir los párking de Ifema (sólo los Vips tienen un párking exclusivo) «para evitar la acumulación de vehículos en un punto concreto», según ha apuntado la compañía. Y es que la pasada edición, Valdebebas se convirtió en una ratonerapara los conductores, que llegaron a tardar horas en llegar a las inmediaciones del recinto por los cortes de tráfico y la densidad de vehículos.
El Mundo