El problema de la delincuencia ha perseguido siempre al gremio de taxistas, que en el área de València acumula algo menos de tres mil licencias. Son habituales las agresiones o los robos con violencia, que han sido últimamente noticia en la ciudad de Barcelona y su área metropolitana. También en Lleida ha habido recientemente un asesinato.
Y València no podía ser menos, aunque en una modalidad muy específica, que tiene que ver con el comportamiento de los más jóvenes, grupos de menores que salen de fiesta y vuelven a casa a altas horas de la madrugada los fines de semana.
Según explicó Fernando del Molino, estos jóvenes están «desmadrados» y muestran una gran «agresividad». «Si no los coges porque vas ocupado, se lían a patadas con el coche o tiran cosas a los cristales. Y cuando los coges se pasan un montón, tocan la radio o el instrumental y muchas veces se escapan corriendo sin pagar», relata del Molino, que asegura que «desde el coronavirus los chavales están fuera de control». «Raro es el sábado que no hay problemas», añade.
Él lo sabe personalmente porque lo ha sufrido recientemente. «El otro día -dice- me tiraron una lata y me rayaron el coche. Y otro día me dieron un puñetazo en el cristal». Es frecuente, incluso, que se pongan delante para parar el coche.
Según Fernando del Molino, este problema lo conoce la policía, pero es consciente de la dificultad de atajarlo. Ya son meses soportando las agresiones y no ven una solución a corto plazo.
Levante EMV