El líder del taxi en el aeropuerto de Sevilla se desvincula de las agresiones

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El líder de los taxistas del aeropuerto se desmarcó de los continuos ataques y agresiones sufridos por los conductores de vehículos de alquiler en las últimas semanas en Sevilla. «No creo que sea ningún taxista. En el caso de que fuesen taxistas, que no lo veo tan claro, se equivocarían, porque hay que pelear por el trabajo, pero mediante las herramientas con las que nos ha dotado el sistema», dijo a Europa Press Enrique Filgueras, presidente de la asociación Solidaridad Hispalense del Taxi, mayoritaria en la parada del aeropuerto de San Pablo. Filgueras precisó que esos cauces para defender el empleo o denunciar cualquier tipo de situación injusta son las gestiones ante los poderes o las movilizaciones reglamentadas.

Con estas declaraciones, Filgueras modera el discurso que ha mantenido desde hace tiempo. Hace dos meses, el 6 de febrero, en una asamblea celebrada en Santa Justa, aseguró que sentía «orgullo» cada vez que escuchaba que habían pinchado en el aeropuerto un coche de Cabify -empresa que presta servicio de alquiler con conductor- y arengaba a sus compañeros diciéndoles que «hay que matar» para defender el puesto de trabajo.

Pese a que sostiene que no ve claro que sean taxistas los autores de los ataques a los vehículos de transporte concertado (VTC), lo cierto es que hay una investigación abierta por los sabotajes, amenazas y agresiones ocurridas en el aeropuerto de San Pablo desde diciembre hasta marzo. La Policía Nacional detuvo hace unas semanas a dos taxistas del aeropuerto como presuntos autores de estos ataques y citó a declarar como imputados a otros 25. A todos ellos se les imputan cuatro delitos: amenazas, coacciones, daños y pertenencia a organización criminal.

Las empresas de vehículos de alquiler con conductor, agrupadas en la asociación Unauto, han decidido pedir una reunión con la Fiscalía de Sevilla para exponerle la situación de indefensión que padecen, sobre todo a raíz de la inacción del Ayuntamiento de Sevilla, cuyo delegado de Movilidad y Seguridad, Juan Carlos Cabrera, sigue negando que haya conflicto en el sector del taxi y se limita a decir que el único problema es el del intrusismo, que ya se está controlando. Los vehículos de alquiler han presentado más de cuarenta denuncias por pinchazos, lanzamientos de huevos, ácido y pintura, hasta que el pasado sábado resultó herido un conductor de una pedrada en la cabeza.

Filgueras recordó que los taxistas también sufren «agresiones todos los fines de semana» y sostuvo que los conductores de los vehículos de transporte concertado no han «corregido» el incumplimiento de las limitaciones que pesan sobre su actividad. En cuanto al intrusismo, que asegura que es su lucha, aplaudió el dispositivo de la Policía Local en el aeropuerto, aunque lamentó que a veces los agentes tarden hasta 35 minutos en llegar.

Diario de Sevilla

 

 

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