Los vehículos pirata de Almería han empezado a trasladar a sus pasajeros a otras provincias como Granada, Murcia o Alicante

a falta de inversión en movilidad que se ha enquistado en la realidad de la provincia de Almería sigue siendo un tema que provoca un gran descontento en la sociedad almeriense. Los problemas de comunicación con el resto de localidades, tanto de la comunidad autónoma como del Estado, provoca una situación de aislamiento.

Por ejemplo, si una persona trabaja en el municipio de El Ejido, la tercera localidad más poblada de la provincia, y no dispone de vehículo, está totalmente perdida porque solo hay dos autobuses diarios. Esta problemática hace que persistan los conocidos como conductores piratas en Almería. Se trata de unos taxis ilegales que suelen colocarse en la puerta de la Estación Intermodal, donde aprovechan la ingenuidad de los turistas para captarlos y llevarlos hasta su destino en un vehículo sin licencia. Estos taxis están perjudicando cada vez más a los taxistas legales y están generando una competencia desleal en el sector.

A esta problemática se le ha unido que estos vehículos sin licencia en Almería están trasladando ahora a los pasajeros hasta sitios fuera de la provincia, como Granada, Murcia o Alicante. Esta situación se ha acrecentado porque los taxistas ahora aparcan justo enfrente de la antigua estación de ferrocarril, por lo que se han alejado unos metros más de la entrada de la Intermodal, dejando más espacio a los piratas.

Muchos almerienses se quejan de que ya apenas existe vigilancia policial. Sin embargo, no es tan fácil tomar medidas contra este tipo de vehículos. Los agentes deben coger ‘in fraganti’ a los vehículos piratas mientras están realizando labores de transporte de personas, para poder iniciar el proceso de inmovilización de su vehículo.

Por eso, los vehículos piratas que se han situado de modo ilegal junto a la Estación Intermodal de Almería han sobrevivido con el paso del tiempo.

Zonas de los vehículos piratas en Almería

En Almería la mayoría de los vehículos piratas se sitúan en tres zonas. La mayoría de ellos se coloca junto a la estación de autobuses, otros se desplazan hasta el aeropuerto, aunque en menor cantidad para no levantar sospechas y, por último, estos taxistas ilegales se colocan frente a la estación marítima, para recoger a los turistas que llegan en los barcos desde Nador, Melilla y Orán.

El problema más incuestionable del uso de este tipo de servicios es la seguridad y la confiabilidad. Cuando un pasajero se sube a este tipo de vehículo sin licencia, se expone a una serie de riesgos potenciales. Los conductores piratas pueden no tener la capacitación adecuada ni cumplir con los estándares de mantenimiento del vehículo, lo que aumenta el riesgo de accidentes durante el trayecto. Además, en caso de producirse un accidente o incidente durante el viaje, los pasajeros podrían tener dificultades para obtener compensación o asistencia legal, ya que estos vehículos no están registrados ni asegurados de manera adecuada.

Otro tema que está dando mucho que hablar es que el uso de taxis piratas también contribuye a la evasión de impuestos, porque al no estar dados de alta no pagan impuestos ni contribuciones, lo que afecta negativamente a la economía local.

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