Lo conduce Dani, el taxista más joven de la ciudad: «Pasas de gastar 500 euros al mes en gasolina a 90 en cargas»

Daniel López tiene solo 21 años pero ya puede presumir de pionero. Es el taxista más joven de la ciudad de Lugo y el primero cuyo vehículo es eléctrico. Dos circunstancias que lleva con orgullo. «El 15 de febrero se cumplirá un año desde que empecé en el taxi. Fue un poco por casualidad. El mejor amigo de mi padre, que es taxista, se lo comentó un día y empezamos a mirarlo. Como me gusta conducir, decidimos arriesgar y estoy muy contento», cuenta el taxista, cuyo abuelo ya se había dedicado al sector.

El taxi con el que Dani empezó era un híbrido que se acercaba a los diez años. Como la ley establece que a esa edad hay que cambiar el vehículo, en la familia comenzaron a barajar opciones sobre qué vehículo comprar. «Realmente hasta que lo tienes no puedes saber si vale o no. Mi abuela también tiene un coche eléctrico, pero ya tiene cuatro años y circula mucho por autovía, por eso tampoco me servía mucho de referencia». Lo más aproximado fue lo que le explicó un taxista de Ourense que también tiene un vehículo eléctrico.

A pesar de las dudas, Dani decidió apostar fuerte y compró el eléctrico. Una decisión con la que está feliz. «Mi coche cuesta sobre 52.000, cuando un híbrido por 35.000 lo tienes, pero te compensa al cien por cien. En gasolina, pasas de gastar 500 a pagar 80 o 90 euros en cargas cada 5.000 kilómetros. Si a mayores le quitas el mantenimiento, que con otro coche pueden ser unos 200 euros cada tres meses y aquí es el líquido de frenos y poco más… Se lo recomiendo a todo el mundo».

Aunque no ha afinado los cálculos, cree que con lo que se ahorra en gasolina y mantenimientos, en tres años la diferencia respecto a un híbrido estará amortizada. Además, los vehículos eléctricos cuentan con más ayudas. «Cuando lo compré no lo hice pensando en la parte medioambiental, pero ahora cuando voy detrás de un coche que está echando mucho humo pienso ‘esto debería estar prohibido’»

Kilómetros y carga

La gran rémora que pesa sobre el coche eléctrico es su autonomía, pero Dani asegura que para su trabajo es suficiente, ya que sobre todo hace trayectos por ciudad. «Yo calculo que por ciudad puede circular 560 o 580 kilómetros y por autovía unos 350. Para un día de trabajo me llega de sobra. ¡Si no me llegase, sería buena noticia!», dice divertido.

Si un día un cliente le plantea hacer un viaje más largo, entra en juego la prisa. «Para mí el eléctrico es mucho mejor que el híbrido, yo diría que son todo ventajas. El único problema es si te encuentras con un viaje muy largo. Para ir a Madrid a un cliente le preguntaría si tiene prisa. Si la tiene, mejor que vaya con otro. Si no, con hacer una parada en Benavente, por ejemplo, llegaría».

A la hora de cargar las baterías de su coche, en Lugo no tiene muchas alternativas. Los únicos puestos de carga rápida están en el aparcamiento del centro comercial As Termas. «El problema es si un día llegas a cargar y están todos ocupados. Si no, en media hora está listo en uno de los cargadores rápidos. En la nave de mi padre, por ejemplo, me lleva unas 5 horas cargarlo a tope, pero es que tampoco vas a repostar cuando te queda solo el 2 % de la batería». Con su trabajo, explica que lo normal en un día es que la batería baje hasta la mitad.

Y, sobre si los clientes notan la diferencia cuando se suben a su taxi, Dani lo tiene claro. En ciudad, como ya abundan los híbridos, nadie se da cuenta. Es al circular por carretera o autovía cuando les entra la curiosidad. «Quieren saber por que no hace ruido el motor», describe.

Tras dos meses trabajando con su eléctrico, Dani López tiene claro que su decisión fue la acertada. Igual que trabajar como taxista. «Ver un taxista tan joven es muy poco común y muchísima gente cuando sube se sorprende, y eso que en Lugo somos varios jóvenes, hay compañeros con 22, con 25 o 26, y con 30. Ahora mismo somos una banda de jóvenes. A la gente mayor le extraña, pero le gusta», celebra.

La Voz de Galicia