Un taxista de Las Palmas reclama más puntos de carga rápida para los vehículos eléctricos

Lorenzo tiene un taxi eléctrico y pide que se instalen más puntos de carga, que además es esencial que sean rápidos para un servicio público como el taxi

El taxi de Las Palmas de Gran Canaria no quiere que el vehículo eléctrico se convierta en una carga. Los esfuerzos que ha realizado el centenar de taxistas que ha apostado por esta tecnología en la ciudad se encuentran como principal obstáculo la falta de puntos de carga rápida en la vía pública.

Esta dificultad es especialmente patente para quienes tienen licencias de autotaxi y no disponen de un garaje en el que poder alimentar las baterías de sus coches. Este es el caso de Luis Carlos Lorenzo, quien reconoce que en una ocasión tuvo que declinar un servicio a Santa Brígida por falta de autonomía suficiente para poder llevar al cliente con garantías.

Su coche tiene una autonomía teórica de unos 320 kilómetros con carga completa. Y, al 80%, cubre sin problemas hasta 260 kilómetros. «En una jornada normal, de lunes a viernes, da cargándolo una vez al día», expone, «pero los viernes, sábados y domingos, tengo que alimentarlo dos o tres veces porque no puedo permitirme que el coche se quede con una reserva de 10 kilómetros, ya que si sale un servicio al aeropuerto de Gran Canaria, al sur o a otro municipio no puedo cogerlo».

El taxi de Lorenzo dormía en un aparcamiento privado colectivo, en la zona de La Isleta, donde tenía a su disposición un punto de alimentación, pero la renovación de las instalaciones se ha prolongado más de lo previsto, con lo que lleva un tiempo haciendo uso de los cargadores públicos que están diseminados por la vía.

Para los taxistas, es esencial que los puntos de recarga sean rápidos. Aunque la nomenclatura no está aún consensuada, se entiende que los cargadores rápidos son aquellos que permiten suministrar entre 50 y 60 kilovatios a la hora, de modo que en media hora puedan alimentar buena parte de la batería; y luego están los ultrarrápidos, aquellos que superan los 100 kilovatios, que en diez minutos pueden garantizar una conducción en condiciones de normalidad, según explicaron fuentes del sector eléctrico consultadas.

¿Cuántos cargadores hay en Las Palmas de Gran Canaria?

En la ciudad existen algo más de 320 enchufes en unos 75 puntos de carga diferentes, sin contar con los que están instalados no operativos, como los del parque de Las Rehoyas o los de la calle Fondos de Segura, en el barrio de Siete Palmas. Sin embargo, de esta cantidad, menos de un 4% está en la vía pública. Casi la mitad de los suministradores de electricidad se encuentra en los centros comerciales y aparcamientos de supermercados (46%); en torno a un 34% de los enchufes están operativos en garajes, tanto municipales como estacionamientos privados; un 3% está en instituciones públicas; en torno a un 7% está a disposición de los clientes de diversas empresas privadas; casi un 5% está asociado a instalaciones hoteleras y turísticas; y menos de un 1%, en gasolineras.

«La demanda de los vehículos eléctricos es cada vez mayor, pero la respuesta que se da no es la adecuada, sobre todo para aquellos profesionales que, como yo, no tenemos garaje en casa», expone Luis Carlos Lorenzo.

Para este taxista y otros como él, sería necesaria una red más amplia de puntos de recarga en la vía pública. «Los cargadores operativos fuera de los aparcamientos son pocos», resume Lorenzo, «y no siempre están disponibles». En la zona Puerto y en El Sebadal no hay ninguno en plena calle. «Si voy a Agaete, tengo cargadores, pero no dispongo de ellos ni dentro del Puerto de La Luz ni en el aeropuerto de Gran Canaria, pese a su importancia a nivel nacional», se queja Lorenzo.

Haciendo un recorrido con él por la ciudad, cita los de la Supercomisaría (hay dos, pero uno lleva estropeado desde hace meses porque hay problemas de envío con el mecanismo sustitutorio), los del cabildo de Gran Canaria en la Fuente Luminosa, los de la plaza de Don Benito (donde ha habido que denunciar en varias ocasiones el uso del reservado como estacionamiento de vehículos de combustión), el de la cooperativa de taxis de Las Palmas o los dos del aparcamiento del Estadio de Gran Canaria, los más potentes de Canarias.

Un permiso que tarda ocho meses

Desde el punto de vista técnico no hay problemas para extender la red por la ciudad, pero las operadoras se encuentran con el freno de la burocracia. «Para dar tensión a los cargadores hace falta que se desarrollen trabajos en la vía pública con el fin engancharlos a la red», explican fuentes del sector que prefieren permanecer en el anonimato, «y esto exige tanto licencia de obra como el correspondiente permiso de ocupación de la fía». Las eléctricas calculan que el periodo medio de espera para poder poner en marcha este tipo de equipos en la vía pública ronda entre los ocho y los doce meses, «aunque excepcionalmente puede llevar hasta dos años de espera». Por eso, en ocasiones vemos en la calle cargadores llenándose de polvo, pese a que su puesta marcha requiere una inversión de entre 50.000 y 1000.000 euros.

En ocasiones son también objeto de actos vandálicos, como ha ocurrido en algún punto de Ciudad Alta, donde los cargadores fueron quemados.

El Cabildo de Gran Canaria ampliará la red

El consejero de Medio Ambiente, Clima y Energía del Cabildo de Gran Canaria, Raúl García Brink, adelantó que en los próximos meses, tras una inversión cercana a los 250.000 euros se habilitarán nuevos puntos de carga rápida en la calle Albareda, en el entorno de los dos complejos hospitalarios, el campus de Tafira y los polígonos industriales del Sebadal, Los Tarahales y Las Torres. «Serán un buen avance», dijo.

El consejero recuerda que las ayudas a la instalación de cargadores eléctricos son mayores si las solicitan los ayuntamientos, de ahí que anime a los municipios a coordinarse con el Cabildo para extender esta red. Fruto de ello, informó, son los 15 que se están llevando a Gáldar; los 5 de Santa María de Guía o los 4 de La Aldea de San Nicolás.

En el caso de la capital grancanaria es la Sociedad Municipal de Aparcamientos (Sagulpa) la que tiene encomendada la electrificación de la ciudad. Su objetivo, hasta 2027, será alcanzar los 100 cargadores eléctricos y las 100 plazas de aparcamiento para este tipo de vehículos. En la actualidad, la oferta municipal está compuesta por 65 tomas de enganche y 61 plazas.

Sin embargo, por el momento, no se ha fijado como meta la de instalar cargadores en la vía pública.

Juan Carlos Lorenzo ha tomado ya la determinación de alquilar un garaje para cargar su taxi. Su apuesta por el vehículo eléctrico es indudable, no solo por sus beneficios ambientales, sino también por el ahorro que le supone. «Ahora, que no tengo cargador, me está costando la recarga entre 130 y 140 euros al mes, cuando antes, con un Mercedes E220 diésel, tenía que pagar más de 600 euros al mes para llenar el depósito», expone este taxista.

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