El taxista dio negativo en el test de alcohol y el conductor de la moto llevaba el casco sin abrochar

Un hombre de 30 años y de nacionalidad española falleció ayer de madrugada tras chocar su motocicleta contra un taxi en la carretera que une Ibiza con Santa Eulària, la EI-200. Se trata del tercer motorista que pierde la vida en las carreteras de la isla en lo que va de año y la quinta víctima mortal de un accidente de tráfico.

La colisión se registró a las 3.35 de la madrugada del martes en la EI-200. El conductor de la moto iba«por el centro de la calzada» cuando chocó frontalmente contra otro vehículo, un taxi que estaba fuera de servicio, mientras realizaba un «adelantamiento reglamentario» para sobrepasar a otro coche que circulaba en el mismo sentido. Como el ciclomotor no llevaba luces el conductor del taxi no vio que venía por el carril contrario y no puedo evitar la «colisión frontal excéntrica», según detalló un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación de la Guardia Civil.

Hasta el lugar del accidente de tráfico se desplazaron dos ambulancias, una de soporte vital básico y otra de soporte vital avanzado, del servicio de urgencias médicas del 061 y agentes del Destacamento de Tráfico de Can Sifre. Los sanitarios que atendieron al motorista no pudieron hacer nada por salvar su vida pese a los intentos de reanimación, por lo que se limitaron a certificar su muerte, según informó ayer una portavoz del 061.

Ciclomotor sin luces
Tras esta colisión frontal una patrulla de Atestados de Tráfico se encargó de realizar el atestado de este accidente. Desde la Oficina Periférica de Comunicación del Instituto Armado de Balears explicaron que el motorista llevaba el casco sin abrochar y su ciclomotor no tenía luces.

Por otro lado, otra patrulla del Destacamento de Can Sifre sometió al hombre que iba al volante del taxi a la prueba de alcoholemia con resultado negativo.

En cuanto al balance de fallecidos en las carreteras de Ibiza en lo que va de año, las víctimas mortales contabilizadas son ya cinco. La siniestralidad vial de 2018 comenzó el pasado 22 de enero con la muerte de otro motorista de 30 años. En este accidente no se vio involucrado otro vehículo, ya que, al parecer, se trató de una caída fortuita cuando se encontraba en la salida del pueblo en dirección a Vila.
Tan sólo cuatro días más tarde, el 26 de enero, una colisión fronto-lateral entre dos vehículos en el kilómetro 8,900 en la carretera de Cala Llonga (EI-100), después de la urbanización de Roca Llisa, se saldó con la muerte de un conductor holandés de 49 años.

Casi un mes después, el 20 de febrero, un ibicenco de 73 años de edad (A.M.) que iba en moto murió en la carretera que une Sant Antoni y Sant Josep, cerca del restaurante sa Soca, tras chocar contra un camión de tres ejes. El motorista se incorporó a la vía y el camionero no pudo hacer nada para esquivarlo.

No habían transcurrido ni 24 horas cuando un hombre de 75 años, de Italia, falleció la mañana del 21 de febrero tras ser atropellado por un camión en Jesús cuando se encontraba en el cruce entre la carretera de Cala Llonga y la avenida de es Cap Martinet.

Diario de Ibiza