La crisis y el BlaBlaCar le quitan 100.000 viajeros a la estación de autobuses
— 25 mayo, 2016Las conexiones con Sevilla, Madrid y Badajoz siguen siendo las que más usuarios aportan a la terminal.
En el 2010, la estación de autobuses de Mérida se acercaba a los 500.000 viajeros al año. Para este 2016, apunta su director, Pedro Botello, las previsiones más optimistas prevén superar los 350.000. En estos seis años se han abierto demasiados frentes sin cerrar que explican el éxodo de 100.000 usuarios. Para el director hay dos fenómenos claves que pueden explicar este descenso: la crisis y el BlaBlaCar, la aplicación informática de contactos para compartir coche entre particulares. «Además de esto, hay otros muchos factores, pero yo creo que hemos tocado fondo y ahora vamos a ir recuperándonos poco a poco».
Las rutas de Madrid, Badajoz y Sevilla siguen siendo las más utilizadas y en la terminal recuerdan que no es un problema de oferta, sino de demanda. «Si una línea es rentable, las compañías abren más horarios y si se cierran es simplemente porque la gente no se mueve».
Para Madrid, por ejemplo, hay diez autobuses al día.
En la estación esperan que la recuperación económica permita ganar algunos de los viajeros perdidos, pero asumen que con el modelo actual es difícil llegar de nuevo al medio millón.
De lo que fue la estación y ya no es puede escribir varios libros Moisés Bravo. Lleva tres décadas sirviendo desayunos a viajeros. Hace tres años pasó de empleado a gestor del negocio y desde entonces no tiene un día libre. Abre de siete y media de la mañana a nueve y media de la noche. Y en este intervalo, cuenta, hay demasiadas horas muertas sin nadie a quien atender. No entiende muy bien cómo funciona el ‘Blablacar’, pero es una palabra frecuente en su cafetería. «Escucho a la gente que se queja de que vale cinco euros ir a Badajoz cuando con el ‘Blablacar’ le llevan por dos». Sobre todo, echa de menos a gente joven en los autobuses y paradas más largas para los viajeros. En su día, recuerda, la cafetería la atendían doce camareros y ahora se basta con la ayuda de su mujer para las horas de más movimiento.
En la parada de taxis de la puerta esperaba ayer a mediodía José Pulido, vicepresidente del Radio Taxi Mérida. Era el único estacionado en el espacio reservado, algo impensable en otra época. «Antes era un sitio atractivo, pero ahora te puedes pasar horas sin coger a nadie».
Las primeras horas de la mañana, cuando llegan algunos autobuses de los pueblos de gente con cita en el Hospital o en la Junta de Extremadura es cuando más taxistas se acercan a la estación, pero se han eliminado algunas líneas y se lamenta que del pastel de entonces ya sólo queden las migajas. Pulido ve en el ‘Blablacar’ un paralelismo con el ‘Uber’, una aplicación similar pero centrada en desplazamientos dentro de la ciudad. Del primero sufren las consecuencias indirectas -«Si viene menos gente en autobús, nosotros perdemos opciones»- y del segundo creen que se tendrán que defender con uñas y dientes. «En el fondo es lo mismo. Competencia desleal porque se presta un servicio de transporte en negro».
«Es como el Uber, competencia desleal porque hay servicio de transporte pero no se declara»
«Antes estábamos doce camareros, ahora estoy solo y mi mujer me ayuda algunas horas»