Más puertas giratorias en Uber: ficha para su equipo en España a un ex diputado del PP
— 16 mayo, 2016
Mientras la compañía americana de transporte colaborativo estaba anunciando el fichaje de la ex comisaria de Competencia Neelly Kroes para su equipo de asesores internacionales -5 de mayo-, en España se incorporaba al equipo directivo de la empresa Ildefonso Pastor, ex diputado del PP durante la legilatura 2011-2015. Pastor se ocupará de dirigir el departamento de Relaciones Institucionales de la firma, que comenzó a operar en España de nuevo en marzo.
Nuevo caso de ‘puertas giratorias’. El ex diputado del PP Ildefonso Pastor ha fichado por la empresa americana Uber. Desde principios de mayo, Pastor forma parte del equipo directivo de la compañía en España, donde opera de nuevo desde marzo después de que en 2014 un juzgado prohibiera su actividad al considerarla ilegal en España.
Ildefonso Pastor se ocupará del departamento de Relaciones Institucionales, precisamente el departamento encargado de ejercer las labores de ‘lobby’ en las administraciones públicas y con otras empresas y organismos privados. Pastor es un jóven cordobés de 37 años licenciado en Derecho y que la legislatura pasada fue diputado del PP por Valladolid. Fue portavoz adjunto del Grupo Popular en la Comisión de Empleo del Congreso de los Diputados, entre otras funciones dentro de las Cortes. La legislatura anterior ocupó un escaño en el Senado.
Fuentes de la compañía han confirmado que Pastor se incorporó «la semana pasada» a las nuevas oficinas de Uber en Madrid. El momento coincide con el anuncio por parte de la empresa americana el 5 de mayo del fichaje de la ex comisaria europea de Competencia Neelly Kroes para su equipo de asesores internacionales. En este consejo se encuentran también nombres como el de Roberto Dañino, ex primer ministro de Perú; Ray LaHood, ex responsable de Transportes con Barack Obama; Gesner Oliveira, ex presidente del Consejo Administrativo de Brasil para la Defensa Económica; la princesa saudí y empresaria Reema bint Bandar Al Saud, entre otros nombres de políticos importantes de Estados Unidos y la India.
Compañía regulada
La compañía americana repite de esta forma en España la estrategia a nivel mundial y repite también la estrategia de otras compañías que operan en sectores regulados. En España son numerosos los ejemplos de ‘puertas giratorias’ en sectores que dependen de las decisiones de los gobiernos, como es el caso de la eléctricas, constructoras o ‘telecos’. En esta lista se incluye por ejemplo -a un nivel mayor- el nombre del ex portavoz del Gobierno del PP Pío Cabanillas, que dirige el departamento de Relaciones Institucionales de la constructora Acciona.
Y es que Uber mantiene una batalla legal con los gobiernos de medio mundo para poder ejercer su actividad: el transporte colaborativo -pone en contacto vía teléfono móvil a conductores particulares y usuarios-. En España, una orden del Juzgado Mercantil número 2 de Madrid le obligó a retirarse de España en diciembre de 2014. Hasta ese momento, Uber funcionaba en España con su sistema UberPOP, en el que los conductores de la empresa eran particulares.
Desde marzo de 2016 Uber ha vuelto a España con un sistema de funcionamiento algo diferente para adaptarse a la legislación. Ahora funciona con el sistema UberX, por el que los conductores tienen la licencia VTC que les permite actuar casi como taxistas -similar a Cabify- puesto que la ley española les permite dar servicio de transporte de pasajeros. Pese a ello, el gremio de los taxistas sigue en pie de guerra ya que ha demandado a Cabify.
Más licencias
Este será uno de los retos del ex diputado del PP en Uber, lidiar con el sector del taxi y tratar de frenar la batalla legal con este sector. Otro será el de conseguir que las Comunidades Autónomas amplíen el número legal de licencias VTC. Según asegura la compañía en un informe, la legislación española es una «de las más restrictivas de Europa» puesto que solo permite una licencia de VTC por cada 30 licencias de taxi y exige que cada VTC opere con una flota mínima de siete vehículos.
Esta ley es estatal, del ministerio de Fomento, pero permite a las Comunidades Autónomas modificar la ley y ampliar el número de licencias VTC en comparación con el taxi. De momento, ninguna ha tomado esta decisión que, según Uber, crearía puestos de trabajo y «reduciría el tráfico y la congestión» de las ciudades. El problema de Uber es, por tanto, legal, de ‘lobby’ ante las administraciones. El éxito en este apartado podría acabar con todos sus problemas.